viernes, diciembre 20, 2024

«Ya éramos muchos cuando parió la abuela»

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Como es tiempo de cultivo político, en Veracruz empiezan a brotar personajes incubados en el reciente pasado, es la yerba mala irrigada por la corrupción imperante durante doce años en esta sufrida entidad, son individuos surgidos al amparo del patrimonialismo político, un germen difícil de extinguir porque como huevecillos de fango seco brotan a la primera gota del rocío. Quieren ser alcaldes o diputados, alzan sin rubor la mano que en su tiempo acumuló impunemente riquezas mal habidas, confiados y confiadas en que la porosa memoria colectiva ya borró las manchas de un pasado cenagoso que sumió a la entidad en las malas condiciones de su actual existencia. Corresponde a los partidos políticos asumir su responsabilidad de no dar cobijo a ese tipo de personajes, porque ética y política son, debiera ser, parte sustantiva de su deber ser.

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