Unos 115 presos se amotinaron en una cárcel de la ciudad de San Luis (Misuri, EE.UU.) este sábado. Los reclusos prendieron fuego a las instalaciones, provocaron una inundación y rompieron ventanas en la cuarta planta, desde las que arrojaron una bicicleta estática, sillas, colchones y otros objetos en medio del creciente descontento por las condiciones de la prisión durante la pandemia y las restricciones que limitaron las visitas y paralizaron los procedimientos judiciales.
Los agentes lograron retomar el control de la cárcel y controlar la situación tras horas de intenso trabajo y enfrentamientos con presos «extremadamente violentos», comentó en una entrevista para AP Jacob Long, un portavoz de la alcaldesa de la ciudad, Lyda Krewson.
Durante el motín uno de los agentes penitenciarios fue atacado y tuvo que recibir asistencia médica en un hospital, donde luego lo dieron de alta. Entre los reclusos no hubo heridos, detalló Long.