Ya por honestidad intelectual, ya porque lo suyo no es la política ni la administración pública, el alcalde xalapeño Hipólito Rodríguez no se apuntó para la reelección en el cargo o para algún otro de elección popular, aunque también pudiera deberse a que los pobres resultados de su gestión no le alcanzan para ser considerado por su partido, o porque intuye un castigo ciudadano si volviera a solicitar el voto, pues en esa tesitura estuvo ya, quien habiendo estado al frente de la alcaldía, el votante no le refrendó la confianza cuando buscó el apoyo ciudadano. Hipólito está a meses de entregar la alcaldía, poco hay para el recuento de su administración, pero bien haría en ofrecer a los xalapeños una auditoría física a la tan discutida “ciclovía” que está a punto de inaugurar, porque el recurso allí gastado debe corresponder a la calidad de la obra. Si no, no, dijera el gallego.