Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
Realmente no importa lo que se haga en la vida; siempre y cuando prevalezca la congruencia entre lo que se dice y lo que se hace. Pero si en veces se actúa de una manera y luego de otra, pues como que no sabes a qué atenerte…
Unos misóginos, curiosamente criados por sus madres, así que no se puede decir que no tienen -que si los hubieran criado de otra manera no habría misoginia- dicen que todas las mujeres son inestables y que ni ellas se entienden…
Sin tomar en cuenta la poderosa influencia de la Luna sobre su organismo; y sin soslayar que hasta podría decirse que adivinar lo qué les pasa cuando su respuesta es “nada”, es todo un reto. Su principal encanto es ser misteriosas. Bueno; no tanto…
Pero no nada más son ellas las bipolares. Los misóginos también lo son. La especialidad de la especie humana es decir mentiras. Siendo oportuno recordar las palabras de Francisco VI, señor de La Roché, más conocido como La Rochefoucauld (1613 – 1680) “Los hombres no vivirían mucho tiempo en sociedad, si no se engañaran los unos a los otros”…
Condición, la de mentir, que ha hecho del mundo una verdadera batalla campal, de todos contra todos; pues todos persiguen lo mismo -el de alguna manera destacar; captar la atención de los demás- sin entender que para destacar hay que ser diferente, no igual; pues una cosa es imponer una moda y otra cosa es “andar” a la moda. Andar a la moda, cualquiera. Imponerla, muy pocos. Por poner un ejemplo…
Lo cierto es que hasta los más ricos se andan peleando para ver quien tiene más dinero y ser el número uno. Pero difícilmente la Historia se acordará de ellos; como miles de años después, se recuerda a un hombre que no tenía nada, más que un perro, y vivía en una tinaja. Diógenes (412 – 323)…
Especialistas en engañar son los negocios divinos, o sea, las religiones. Por cierto que si no existiera la religión católica, no habría curas pederastas; como Luis Esteban Zavala Rodríguez, al que las Autoridades de mi querido Irapuato, acaban de sentenciar a 65 años y tres meses de prisión por violar a una niña…
Y todo esto se trae a cuento, porque la Guerra Cristera se originó, dado que la iglesia, que para ese entonces manejaba todo. Desde el Registro Civil, hasta la educación; además de que era dueña de grandes propiedades y la mayoría de los campos cultivables; no aceptaba las nuevas disposiciones de gobierno -la Ley Calles- por lo que decidieron cerrar las iglesias…
Pero el asunto ya estaba calientito. En septiembre de 1921 se llevó a cabo un atentado en el interior de la hoy antigua Basílica de Guadalupe, del que milagrosamente la imagen no sacó ni un rasguño; pero les sirvió para culpar al Gobierno y enardecer a la gente…
Técnica que más tarde se seguiría utilizando exitosamente con Pearl Harbor, Las Torres Gemelas,
El caso es que cerraron los templos, condenando con semejante acto, a que la población creyente se fuera derechito al infierno al no poder cumplir con el sacramento de asistir a misa. Y eso fue lo que los enojó. Y como por otro lado los ricos les daban pertrechos y parque, como carne de cañón, sin una organización, se alzaron en armas…
Hay crónicas que dicen que ganaron los cristeros. Otros basados en que les quitaron muchos de sus privilegios a los curas, dicen lo contrario, que el Gobierno del entonces Presidente Emilio Portes Gil (1890 – 1978) que fue quien los puso en orden, firmó el armisticio…
Lo cierto es que unos dicen que los cristeros llegaban a las escuelas y colgaban a los maestros delante de sus alumnos para que no hablaran de las Leyes de Reforma. Y otros dicen que las hileras de colgados a lo largo de las carreteras eran de cristeros que habían sido capturados por los federales…
Vale señalar, que contrario a lo que generalmente se cree, el verdadero autor de la separación Iglesia-Estado no fue Benito Pablo Juárez García (1806 – 1872) sino el muy ilustre doctor Don Valentín Gómez Farías (1781 – 1858)…
El caso es que ahora, con el pánico a todo galope; desobedeciendo las disposiciones del Gobierno, si antes cerraron las iglesias, es decir, las cajas recaudadoras disfrazadas de casas de Dios, pues hoy, por sus pistolas, el señor arzobispo decidió que se abrieran; y las abrió. ¿Pues de qué se trata?
Ya de salida…
Preguntó Don Sata por qué habían ratificado a Namiko en los DH. ¿Qué no hay nadie más? Sí, le respondieron; pero no se prestan.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.