· No va a durar en el cargo, luego de la “sugerencia” que lo investiguen
· El presidente de la república lo acusó de una actitud de «politiquería»
· En Veracruz, el ORFIS no ha entregado su informe
Podríamos apostar a que en fecha próxima, el todavía hasta el día de hoy, Auditor Superior de la Federación, David Colmenares si no es removido de su cargo, habrá de presentar -como ya lo han hecho muchos otros en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador- su renuncia irrevocable.
Y es que si no renunció ya es porque en la ley no figura como una dependencia del Ejecutivo Federal, sino que es parte del Poder Legislativo.
Pero luego de que el mismísimo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), anunció que enviará una carta a la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri, para que se inicie una investigación a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), sobre el reporte de la cancelación del aeropuerto de Texcoco y calificó la actuación de la entidad fiscalizadora como una actitud ‘politiquera’.
“No creo que hayan hecho mal las cuentas, aun así, sería lamentable que la Auditoria hiciera mal las cuentas, más bien creo que se trata de una actitud politiquera de que buscaron dañarnos para complacer a nuestros opositores”, sentenció López Obrador en su conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.
De nuevo, una vez más, el mandatario mexicano ante un tema crítico a su gobierno, ahora acusó que el informe de la ASF fue aprovechado “por la oposición conservadora y por la prensa que defiende al antiguo régimen corrupto para tratar de dañar la imagen” del gobierno de la 4T.
López Obrador aseveró que la cancelación del aeropuerto de Texcoco tuvo un costo de 110 mil 807 millones de pesos, lo que es una tercera parte menos de lo publicado por la Auditoria Superior de la Federación.
El futuro cercano del Auditor Superior, David Colmenares aparece como una carrera de obstáculos, de la que no podrá salir ganador. Hay que recordar que en octubre próximo, la ASF entregará la primera tanda de resultados sobre la revisión de la cuenta pública de 2020, segundo año de López Obrador.
Pero todo parece indicar que al Auditor Superior de la Federación, David Colmenares que apenas había tomado posesión en el 2018 y le tocó entregar los resultados del informe de las auditorías al gobierno en el 2019, no llegará a entregar los del segundo año de la administración de la Cuatro T.
Por todo lo anterior, es que acá en el terruño veracruzano, la Auditora General del Estado en el Órgano de Fiscalización Superior el famoso ORFIS, la maestra Delia González Cobos, esta es la bendita hora, que no ha podido o querido, entregar los resultados de las auditorías a las dependencias estatales y municipales del 2019, que ya se le ha venido cumpliendo el plazo para entregarlas, pero se le ha tenido que prorrogar.
No hay nada actualizado en la página del ORFIS, como si no hubieran hecho nada en los últimos dos años, de no ser celebrar todos los días, de la mujer, de los pueblos indígenas y hasta el de la bandera, pero del trabajo de fiscalización no hay nada. Vaya los comunicados de actividades son más de celebraciones y festejos que de trabajados de auditorías.
Ya hasta pareciera que no es el Órgano de Fiscalización del Estado, sino el departamento de Acción Social del Gobierno del Estado, encargado de llevar la agenda de días festivos.
Sería bueno que el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información, se diera una vueltecita -aunque sea de manera virtual por la pandemia, para checar toda la información, que pareciera se quedó congelada hasta el año 2019.
En ese vivir en el pasado, hasta se publica todavía el llamado “Plan Maestro 2012-2019. Compromisos cumplidos” en el que se informa que “En septiembre de 2012, al participar en el proceso de selección de auditor general del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), el C.P.C. Lorenzo Antonio Portilla Vásquez expuso ante la Comisión Permanente de Vigilancia de la Sexagésima Segunda Legislatura del H. Congreso del Estado, una visión de trabajo que, a partir de los resultados de la fiscalización superior, incorporaba acciones preventivas y de mejora de los entes fiscalizables.
En apego a los conceptos que señalan que el control posterior, en este caso la revisión de las cuentas públicas, no es un fin en sí mismo sino un medio para conocer las fortalezas y debilidades de las instituciones gubernamentales, Portilla Vásquez presentó a la Cámara de Diputados un planteamiento en el que más allá de las labores de auditoría, el ORFIS aprovechara la valiosa información que generaba o recibía como materia prima para convertirse en una instancia de apoyo al mejoramiento del quehacer gubernamental estatal y municipal.”
Pero viendo cómo le va al mismísimo Auditor Superior de la Federación, David Colmenares a quien todo parece indicar que tiene los días, si no es que las horas, contadas para seguir en ese cargo, por eso es que acá en el terruño jarocho, se aplica la máxima de que “cuando veas las barbas de tu vecino cortar…pon las tuyas a remojar”