El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este miércoles que no es “pelele” de sus adversarios, esto ante las críticas que recibió por no mojarse durante su visita a su natal Tabasco el año pasado, cuando la entidad resultó seriamente afectada por las inundaciones.
“Los adversarios, que siempre me quieren manipular y dan órdenes de cómo debo de comportarme, porque creen que soy un pelele, un títere, pero no soy un pelele. Entonces querían que me metiera al agua, que me mojara, querían esa foto, pero eso es teatro, lo importante son los hechos”, expresó el mandatario.
En noviembre del año pasado, el paso del ciclón “Eta” y las lluvias provocadas por dos frentes fríos ocasionaron graves inundaciones en Tabasco.
La situación se complicó luego de que el gobierno federal determinara desfogar la presa Peñitas con afectaciones a las zonas más pobres de la entidad. “Les propuse llevar a cabo esa operación para evitar que se rompiera la presa, que lo hiciéramos gradualmente, poco a poco para ir viendo el comportamiento de las precipitaciones”, justificó el presidente López Obrador el pasado 16 de noviembre, señalando que con la decisión de afectar “zonas más pobres”, se evitó un desastre en Villahermosa, capital de Tabasco.
Durante sus visitas a las zonas afectadas, el presidente López Obrador evitó entrar en las zonas inundadas del estado, lo que le valió críticas por parte de habitantes de Tabasco.
Este miércoles, el mandatario acudió a Centro, Tabasco, para presentar los avances en el plan de atención ante la emergencia por las inundaciones. Ahí, señaló que debido a la veda electoral, se aplazaría la entrega de apoyos para las personas damnificadas tras las inundaciones, por lo que las ayudas se reanudarán hasta junio, cuando terminen los comicios, y terminarán en septiembre.
Además, informó que se destinarán apoyos para rehabilitar el malecón de Villahermosa, y para reconstruir las carreteras que resultaron afectadas por las inundaciones.