Cuenta Heródoto que de Egipto nos llegó la geometría, la costumbre de la circuncisión, que el gnomon, el reloj del sol, las doce partes del día es legado babilónico, fueron los egipcios los primeros en predicar la inmortalidad del alma, “que al morir el cuerpo entra siempre en otro animal que entonces nace, después de recorrer muchos animales, torna a entrar en un cuerpo humano que está por nacer”. También que fue cierto el rapto de Helena por Alejandro, pero no la destrucción de Troya por ese motivo, aunque conjetura que Homero aprovechó ese hecho y lo acomodó para darle el tono épico de su gran novela. He allí una diferencia entre la Historia y la historiografía.