Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
Siempre he comentado que si no les gusta el Presidente, que lo cambien; solo que vean a quien van a poner en su lugar. No vaya siendo que luego lo extrañemos; como a Trump y Melania. Bueno, yo a Melania…
También he comentado que si este mundo puede salvarse -que ya no tiene remedio- son las mujeres las que podrían hacerlo. Por lo tanto, me parece perfecto que el día de ayer hayan mostrado su poderío y siendo mayoría, tomen las riendas de todo. Yo encantado…
Pero a quién van a poner; porque cuando lleguen al poder, la grilla va a estar a peso. Las mujeres son rivales innatas. La mujer es territorial; bueno, no sé si es o la hicieron territorial…
Pero cuando la mujer era un objeto, como lo sigue siendo en muchos otros lugares, tan lejanos como en la propia colonia en la que se vive, cualquier otra mujer que se acercara a su “dueño” podría desplazarla. Luego entonces era considerada su enemiga; y como es el pasado de todas, pues lo normal es que así reaccionen…
De ahí que sea común que se digan que el peor enemigo de la mujer es la propia mujer. Y si no pregúntense cuántas mejores amigas se quedan con el marido. Tener un gobierno de mujeres sería perfecto; sobre el papel. Pero en la práctica no ha funcionado…
Como presidentes de empresas de la IP las mujeres la han hecho muy bien. Pero en la política no, Indira Gandhi (1917 – 1984) decretó la esterilización obligatoria y durante los años que gobernó, corrió mucha sangre. Por poner solo un ejemplo…
Sin soslayar por todo el atavismo; la herencia de corrupción que traen atrás; y que, habiendo sido parte de ella, no la pueden terminar de tajo. Sino hasta que equilibren la balanza y se libren de la sentencia de que el dinero mal habido no rinde y arranquen de nuevo en ceros; pero eso no es cuestión de borrón y cuenta nueva…
Que es lo que está pasando con la T de 4ª pues la corrupción sigue como si nada. Claro que en esta ocasión, al igual que siempre ha sucedido, la corrupción es desde arriba, ahora le dicen Pío-corrupción…
El caso es que el Presidente dio un paso que nunca debió de haber dado. El hacer que la mayoría de las mujeres se pusieran en su contra. Hecho que seguro que va a traer consecuencias; y es posible que en junio se vean los resultados de esta grave equivocación…
Porque gane quien gane, o sea, “háiga sido como háiga sido”, porque los fraudes ya se ven en lontananza, habrá impugnación y desorden. Solo faltará que el iracundo Jefe Diego opine que, gane quien gane, habrá que quemar las boletas…
El Rosario de Amozoc se va a quedar corto. Las mujeres ya no le entran al juego del Machismo y la Primera Dama. Tal vez estemos en el inicio de un gran cambio y las mujeres lo lleven a cabo. Pero ¿Quiénes?…
Las que acudieron de buena fe y en orden en la conmemoración de su día; o las que se comportaron como salvajes. Sin siquiera darse cuenta del enorme poder que tienen; y juntas, que dios nos agarre confesados. Que el Presidente les tiene miedo, dicen. ¿Y quién no?…
Si no hubieran estado ahí, lo que las damas le hicieron a la “muralla”, se lo habrían hecho a la fachada de Palacio. Bien por el blindaje; pero a algunos hasta eso les molesta; como si con eso defendieran a las mujeres…
Sin embargo, el problema, o tal vez la esperanza, es que difícilmente se van a unir todas. Pero como públicamente me declaro a favor de las mujeres y su bendita diferencia con nosotros los hombres, les voy a dar un tip…
Ya no le recen a la Virgen del Tepeyac, que visto está que las epidemias no son de su competencia. Mejor récenle recio a santa Lisístrata y les enseñara como domar a las bestias. Aunque habrá que entender que en las batallas siempre hay bajas. No puede haber revoluciones sin héroes y mártires…
Pero también hay otras alternativas para solucionar el desastre que vivimos y no recurrir a la amenaza y a la violencia; porque para donde quiera que se voltee, hay unos a favor y otros en contra, de lo que sea. Cosas de los democráticos tiempos…
No obstante, para que reine la paz y la concordia entre todos los mexicanos, deberemos dar un fuerte aplauso, que digo aplauso, ovación, a los legisladores que de hecho ya legalizaron el cannabis…
No solamente porque así podrán justificar sus actos, sino que de paso traerán la empatía entre los que la fumen, la coman o se horneen. Y lo más importante, el desarrollo del campo y de una industria multimillonaria que va desde el papel, pasando por la comida -no les puedo llamar alimentos- las medicinas, los energéticos y lo que le inventen a una planta que, como todas, es mágica…
Y si así como fumigan los campos volando bajo y rociando productos, rociaran humo de cannabis sobre la población; cuando menos harían que todo el mundo anduviera de buenas y con el amor y paz a flor de piel. Que ya sería ganancia…
Pero parece que nuestra mota, a nuestra querida mota, los gobernantes piensan hacerla a un lado y favorecer con contratos a empresas norteamericanas que ya operan y en consecuencia tienen experiencia. Cosas de los conservadores, diría el clásico.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.