Astrolabio Político
Por: Luis Ramírez Baqueiro
“Los sentidos no engañan, engaña el juicio.” – Johann Wolfang von Goethe.
Un fenómeno invade el ambiente político de nuestro país, desde el mismo púlpito presidencial se aplica con ahínco y desmesura, el gran mesías tropical lo emplea sabedor que es de los últimos recursos que le quedan para poder mantener el control de su proyecto deformador, así sin miramientos hace su aparición la denominada estrategia o táctica de la distracción.
El consultor colombiano Orlando Goncalves señala que la misma se emplea para ocultar la constante ineficiencia, empleando el desvió de la atención, empleando hacer alguna maniobra para distraer la atención de los ciudadanos, llevando el debate público a esta nueva maniobra, con lo cual logran que el ciudadano pase la página y se enfoque en la nueva distracción, dejando atrás la anterior.
Goncalves advierte sirve para tapar un escándalo, generando uno mayor; y, como les funciona, de ser una táctica usada ocasionalmente, pasa a ser una estrategia constante que les permite controlar la agenda mediática, con lo cual la interacción en todos los medios -tradicionales o en redes sociales- se circunscribe a los que estos mandatarios desean.
Es importante resaltar que, como tal, la estrategia da buenos resultados a sus ejecutores, pero tiene un grave problema y es que cada vez tiene que ser usada con más frecuencia, cada vez la maniobra de distracción tiene que ser mayor, con lo cual, el escándalo debe ser más grande, para que pueda surtir efecto y ocultar el anterior.
Así, para efectos prácticos de los gobernantes que emplean con recurrencia esta estrategia, no tienen problemas en seguir usándola, y, de hecho, se han sofisticado a tal punto que tienen su manual de excusas, escándalos y maniobras a utilizar; con lo cual tienen estudiado los escenarios posibles, haciéndose fácil recurrir a ellas.
La complicación llega, en que su uso constante obliga a que cada día la discusión pública y los debates sean más polarizados, llevando a la sociedad vivir en una irritación constante, con lo cual, la sociedad se divide en tres bloques.
Unos que están a favor del mandatario, otros que están en contra del mandatario -estos dos grupos generalmente tienden a transformarse en fanáticos-, con lo cual sus argumentos y discusiones se vuelven más violentos, radicales, y en ocasiones, irracionales.
Finalmente surge un tercer bloque, que generalmente es el más grande. Y lo componen ciudadanos que huyen del conflicto, y metafóricamente hacen como la avestruz, entierran la cabeza, se aíslan de la discusión, no participan, se mantienen al margen, y con ello, lamentablemente, logran que quien originó la estrategia de distracción que luego refuerza con la hiperpolarización, consiguen no solo controlar el poder, sino que, les es más fácil retenerlo, pues van a requerir menos votos para alcanzar su meta, ya que el tercer grupo, el de los ciudadanos que se apartan de las discusión pública, termina absteniéndose.
Si algo de esto le suena familiar, déjeme decirle que los magos de la distracción, lamentablemente, son muchos en nuestra región; los casos abundan y no son exclusivos de una tendencia o ideología política, no, están en todas.
Lo preocupante es que, quienes se oponen a estos gobernantes, no terminan de ver que, al radicalizarse, al hacer sus discursos y mensajes más estridentes, le están haciendo el juego a estos gobernantes que solo ocultan su ineficiencia y sus ansias de poder con la distracción y la polarización, pues, con ello, contribuyen, sin querer, a que ese tercer bloque de ciudadanos se siga apartando y aislando del deber de ejercer su derecho a participar.
Pero la pregunta nos viene a la mente, pueden ser derrotados estos magos del engaño y la distracción.
La respuesta es sí.
Para ello, hay que usar estrategias que permitan al ciudadano ver las diferencias entre estos charlatanes y los líderes de verdad, los que realmente les preocupa la democracia y la gente.
Una buena forma de identificar esto es la denominada estrategia del contraste, colocándose, al lado de los ciudadanos, de sus preocupaciones y angustias, para obtener mejores resultados para la democracia y el bienestar social.
Ahora quizá dos ejemplos le ayuden a identificar a estos mesiánicos políticos.
El primero, un joven irrumpe en una conferencia del presidente López y llega hasta él, lo que atrae los reflectores por la falta de protocolos de seguridad que pudieron poner en riesgo al Ejecutivo, para con ello, alejar la visión de los temas relevantes como la Audiencia del Auditor Superior de la Federación ante Diputados, que dicho sea de paso van por removerlo.
El segundo, el caso de la intervención de la policía municipal en Orizaba, aparentemente por extrañas ejecuciones de unos policías estatales, lo que llevó al Ejecutivo a solicitar la atracción de la función municipal, tomando el control en la plaza por parte de la policía Estatal y con ello, pretender imponer al brazo ejecutor del inminente robo de la elección intermedia en la zona.
Así no dilatando el gobernador Cuitláhuac García Jiménez irá por otras policías municipales en donde sabe que Morena tiene perdidas las elecciones como Veracruz, San Andrés, Cosamaloapan y Pánuco, hasta donde intentará dar el campanazo.
La política de distracción empleada por estos burdos pseudo-políticos ha quedado al descubierto, a ver si llegada la elección se deja el pueblo sabio convencer por estos miserables personajes.
Al tiempo.
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