Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
Ya podrán opinar tirios y troyanos lo que quieran; pero el primer problema que hay que resolver en México, no es la salud o la educación; sino la total ausencia del Estado de Derecho. Si se respetaran e hicieran valer las Leyes, otro sería el panorama…
Pero el Poder Judicial es parte del problema, pues está corrupto. Una solución sería cambiarlos a todos por un equipo de computadoras que, alimentadas adecuadamente con todo tipo de Leyes, juicios, jurisprudencias, criterios y esas cosas, emitirían fallos ciertamente apegados a Derecho…
Luego entonces, no cabría que desde las mañaneras les echaran la bronca, pues no pueden tener más datos que la computadora. Eso sí, dejaría de ser la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para convertirse en la Suprema Computadora de Justicia de la Nación. Lo que ciertamente no es mala idea; además de que saldría mucho más barata…
Sería como quien mete la tarjeta en el cajero automático y éste te dice si hay dinero o no. Así se meterían las demandas y los alegatos y se resolvería de manera expedita si procede o no el juicio…
El problema, además de que las podrían hackear, es que no siempre las Leyes son justas. Cuando impartir Justicia es la función de la Suprema Corte; que no solo aplicar las Leyes…
Pero si ya hay máquinas lo suficientemente pensantes como para tomar decisiones tácticas al jugar ajedrez, no debe de ser muy difícil programar una que estudie “las jugadas” -los argumentos- de uno y otro lado, para emitir un fallo judicial…
De tal suerte que ya no cabrían las manifestaciones en contra del Ejecutivo; pues los juicios se tratarían en el ámbito legal, sin presiones ni recomendados. Que es lo que los corrompe…
Otra opción es que el Poder Judicial se independice total y completamente de los otros dos Poderes, principalmente del Ejecutivo que los corrompió. Haciendo valer el Art. 39 de la Constitución, para que Ministros y Magistrados, en igualdad con los otros Poderes, sean electos por el Pueblo…
Se ha propuesto una y mil veces desde hace años que no sean designados -un día de estos lo mismo y hacen caso-; y que en lugar de que sean propuestos por los Partidos Políticos, lo hagan las Barras y Colegios de Abogados; y que el Pueblo los elija…
Además, los fondos que se manejan en el Poder Judicial, incautaciones, fianzas y todo lo concerniente a los juicios, son suficientes para ser autónomos y que maniobraran ellos sus propios presupuestos. Finalmente lo mismo hacen los otros dos Poderes.
Ya de salida…
Entre los más perjudicados por el pandémico Bicho; aparte de los difuntos ¡claro! están, en sus diferentes versiones, los representantes de la poderosa industria del cuento. Pues han tenido que lanzar un SOS, toda vez que su Casa Matriz, cual democrático congreso, ni los pela, dejándolos literalmente a su suerte…
Y ellos, con eso de la sana distancia y el irracional quédate en casa, por no citar también el cubrebocas, han tenido casi cerrados sus negocios. Las fiestas privadas, aunque pagan bien -cuando se casan los políticos echan la casa por la ventana- no les alcanza para proseguir con el ritmo de vida al que están acostumbrados…
Al citar a la poderosa industria del cuento, no hacemos referencia a Hollywood; ni tampoco de Silicon Valley, donde recogen el dinero por carretadas. Sino al Vaticano, amables lectores…
Que si bien el Papa nada tiene que envidiarle a Rico Mc Pato, quien todas las mañanas se baña en billetes verdes y monedas de oro; no así las franquicias, que no solamente tienen que sacar para sobrevivir en estos difíciles tiempos de austeridad cobidiana; sino que hay que pagar la renta de la franquicia, que varía según el nombre del santo al que la dedican…
O ustedes creen amables lectores que cualquiera puede poner una capillita sin que le caigan los inspectores de la arquidiócesis y le cobren derecho de piso; pues no. Casi podría dudarse si ellos o la camorra fueron primero…
Por eso han tenido que recurrir a sus feligreses para que se mochen con algo, porque el gobierno, como no es católico, sino cristiano -la misma gata, nomás que revolcada- ya no les dan subsidio y se las están viendo tan negras como sus sotanas…
Y como desde arriba ya han cerrado la “manadería” -donde se hacía hace tiempo el “maná”- y eso de multiplicar los panes y los peces no muy se les da. Amén de que las hostias con cajeta ya se les están acabando, pues a falta de alimentos, las comen como si fueran Morelianas; y les está llegando el agua a los aparejos…
Por lo que se apela a la buena voluntad de esas almas cristianas que siempre apoyan en los momentos difíciles; para ayudar a estos pobres cuates no saben hacer otra cosa más que vivir del cuento.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.