Línea Política
Agustín Contreras Stein
15 de marzo del 2021
DESDE luego que no se esperaba otra cosa. Félix Salgado Macedonio, tenía que ser, nuevamente, candidato oficial de Morena, para buscar la gubernatura de Guerrero, costara lo que costara, incluso la pérdida un buen porcentaje de desconfianza para el propio partido político en el poder.
La razón es clara.
Salgado Macedonio, por lo que quiera pensarse, es el candidato del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. De eso no existe ninguna duda y por lo tanto, los dirigentes de Morena, tenían que satisfacer los deseos presidenciales y ratificar, a través de una supuesta consulta, la decisión emanada de Palacio Nacional.
Así se están dando las cosas, es decir, concretar un nuevo capricho del centro del poder en México.
El problema, quizás no medido en la dimensión que verdaderamente tiene, es que a estas alturas del proceso electoral, ya existe una gran corriente de inconformidad en el pueblo de Guerrero, lo que podría generar una estruendosa derrota para el acusado, cinco veces, de abuso sexual.
Otra cuestión que al parecer tiene en contra el partido Morena, es que la consulta se hizo solamente con sus militantes, los que no son suficientes para poder contener la ola de desconfianza que ya existe en aquél Estado, pues hay que tomar en cuenta que muchos de los morenos, no están muy de acuerdo con esta imposición y más que los involucren en este proceso interno, en el cual, seguramente, no participaron.
Por otra parte, si como dice el Presidente, el pueblo es el que manda, pues también habría de considerar que ahí está el punto más interesante, porque no todo el pueblo es militante del partido Morena, más todavía cuando hay que pensar también en que la gran mayoría de mujeres, que en cierto punto tienen mucha presencia en padrón electoral, no estarían todas de acuerdo y ese sería un gran riesgo que tuvieran que correr las indicaciones oficiales.
En Guerrero, desde ahora, la moneda está en el aire.
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Y LAS INTERVENCIONES TELEFÓNICAS
¿SERÁ CAPAZ, PRINCIPALMENTE el Gobierno, de atender las nuevas precisiones del Código Penal para el Estado de Veracruz, en el sentido de no escuchar a nadie por la vía telefónica o por cualquier instrumento tecnológico, usados normalmente a través de todos los tiempos para vigilar las actividades periodísticas, de los políticos más encumbrados, de dirigentes partidistas y de todos aquellos considerado un peligro para la oposición política o para las actividades del gobierno en turno?.
No será fácil, de ninguna manera, prescindir de esta tentación, cuando saben que a través de este monitoreo es como se dan cuenta de lo que piensan, dicen y hacen muchas de las personas que son vigiladas permanentemente desde algún lugar no identificado y secreto.
La trasmisión y escucha de las conversaciones telefónicas, ha sido una practica común en todos los tiempos y en todos los gobiernos, de tal manera que ahora con el endurecimiento de penas y medidas que se plasman en el nuevo ordenamiento penal, la parte oficial tendría que ser la primera en obedecerlas, pues de lo contrario, solo seguirán siendo legislaciones de aplicación unilateral.
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CEDER EL PASO A PATRULLAS
ME PARECE, SI MAL no interpreto lo que ahora también se introduce en la reforma al código penal de Veracruz, que el hecho de no ceder el paso de las patrullas o vehículos oficiales de Seguridad pública estatal o municipal, también es un acto merecedor de penas y multas, consecuentemente.
Hasta ahora, los ciudadanos han respetado siempre el paso de las ambulancias, porque, indudablemente, cumplen una misión importante en la salvación de personas que son trasladadas a los hospitales por cualquier emergencia, pero no sucede así con las patrullas policiacas, a las cuales se les ha caído en los momentos de exigir el paso cuando no tienen ninguna encomienda, solamente haciendo uso del poder al portar un vehículo oficial y de paso con sirena.
Esta ha sido una forma de prepotencia que se ha distinguido en el uso oficial de las patrullas, por lo que la ciudadanía, al no creer más en estas emergencias, de plano ni se inmutan cuando una patrulla policiaca les demanda el paso.
En fin, que son cuestiones que los mismos servidores públicos, deben tener en cuenta, porque la aplicación de las leyes es para todos y todos tenemos la obligación de observarlas con la finalidad de mantener el orden y hasta el propio estado de derecho, salvo que de plano ya se piense establecer un nuevo sistema de una tiranía gubernamental.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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