La semana pasada en presidente adelantó el “descubrimiento” de un “pozo petrolero grande, grande”, y finalmente lo dio a conocer ayer en Tabasco, aunque en realidad no es muy “grande, grande”, pero sirve para fundamentar la estrategia de asentar el éxito de la estrategia de este gobierno en materia petrolera y dejar asentado que ha permitido descubrir un campo gigante cada año: en 2019, el campo Ixachi, en Tierra Blanca, Ver., (aunque en realidad ese campo se anunció en 2017, con Peña en la presidencia); en 2020, el campo Quesqui, en Tabasco y este año el Zimpona1, bautizado ayer como “Felipe Ángeles” de menor capacidad del Quesqui. Sin embargo, la producción petrolera no ha aumentado al ritmo ofrecido y las pérdidas económicas de la empresa amenazan ser superiores a las de 2020. Así sucede cuando el discurso no se corresponde con la realidad.