La entidad veracruzana figura entre las de mayor pobreza en la república mexicana, también está entre las que acumula mayores desigualdades sociales, figura, además, en el rango de entidades con peor infraestructura carretera. En el ramo de la salud, Veracruz encabeza estadísticas de Sida, cáncer de mama, diabetes, obesidad, enfermedades renales, dengue, y en cuanto a la mortalidad por Covid-19 aporta gruesas cifras a la contabilidad nacional. Pese a todo, en el Poder Legislativo estatal la burocracia se allega salarios de aristocracia, según reportaje de Javier Salas en alcalorpolitico.com, un asistente administrativo recibe aguinaldo por 255 mil pesos, prestaciones por 410 mil pesos y un sueldo mensual de 73 mil pesos, eso es simplemente inaceptable. Pero, ¿Quién permite ese atraco a Veracruz en tiempos de un gobierno de “signo austero”? El referido reportaje exhibe vicios de simulación incuestionable, contradice el discurso oficial sobre un inexistente cambio para mejorar y demuestra que en lenguaje beisbolero al gobernador se “la pasan de humo”.