Agencias/Sociedad 3.0
Rubén Castro es un joven transexual de 27 años de edad que congeló sus óvulos antes de empezar con el tratamiento hormonal masculino y tras someterse a una inseminación artificial ahora está a tan solo unos días de conocer a su primogénito.
«Es un sueño cumplido», dijo y subrayó que no se ha sometido a una operación de mastectomía para poder tener una experiencia completa y poder darle leche materna a su bebé. Rubén dio una entrevista al programa local Viva la Vida y contó que está siendo un proceso “increíble, muy bonito” pese a todas las dificultades que está teniendo para llevar su embarazo con total normalidad.
Quiere convertirse en un ejemplo para todas aquellas personas que se enfrenten a su misma situación ahora o en un futuro y mostrarles que es posible. “Si no hay referentes no sabes que puede existir”, aseguró.
No obstante, señaló que “a pesar de lo que pueda pensar la gente, que esto es un retroceso en mi transición, para mí es todo un avance porque siempre es donde he querido estar”.
Por lo pronto, el joven español, como cualquier madre, está documentado de todo el proceso de su embarazo para poder darle visibilidad a su caso y para demostrar que es posible ser un padre transexual. Eso sí, confesó que se está enfrentando a grandes problemas para poder dar a luz su bebé y ser un padre como otro cualquiera porque “no hay nada que regule legalmente que hay una persona escrita en el registro civil en masculino y que lleve a cabo este proceso”.
Otro conflicto que constantemente ha tenido es que, según él, “hay mucho desconocimiento” respecto el embarazo masculino y que el primer lugar en el que le pusieron trabas fue en el sistema sanitario. “He tenido que pasar por un comité ético para que decidieran si yo podría acceder al área de reproducción asistida cuando esto lo contempla una ley que tenemos en Madrid desde el 2016”, se quejó. Asimismo, narró que otro problema al que se enfrenta casi a diario es al tema de burocracia y que esto se duplicará cuando nazca su bebé.
“Hay muchísimo desconocimiento y no hay nada que legisle que no sea una madre, sino que sea un padre quien haya dado a luz a su bebé, entonces se plantean muchos retos como, por ejemplo, el registro civil”. Como cualquier madre, indicó que “cuando nazca mi bebé yo tengo que registrarle y obviamente como yo tengo la documentación legal cambiada tendría que constar como padre”. Rubén contó que, a pesar de esto, todavía no sabe qué es lo que sucederá y que deberá esperar a dar a luz a su hijo para ver las trabas que le van a poner a la hora de inscribir al pequeño y de notificar que él es su padre y no su madre.
A todo ello, continuó, hay que sumar el enfrentarse a los prejuicios de aquellas personas que no entienden lo que está haciendo ni su deseo de tener a su bebé. “A la gente le cuesta mucho entenderlo, le cuesta mucho encajar, creen que las personas trans odiamos nuestros cuerpos o que nuestros cuerpos están equivocados cuando para nada es así”.
Mientras tanto, Rubén Castro está feliz de poder dar a luz en breve. “Un sueño cumplido, que siempre agradecerá a la naturaleza y, por supuesto, a la ciencia”, dijo.
-Con información de Milenio