El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no se peleará con gobernadores de oposición porque lo importante es trabajar en beneficio de la gente y dejar de lado las diferencias, propias de la democracia.
“No nos podemos pelear cuando se es autoridad, para no perjudicar a la gente. Imagínense autoridades confrontadas, peleadas, no significan beneficio para el pueblo, que es lo que debe importarnos siempre, la gente. Vamos a procurar seguir llevando buenas relaciones con todos”, señaló.
El mandatario anunció que la semana próxima se reunirá con el gobernador electo de Nuevo León, Samuel García (postulado por Movimiento Ciudadano). “Voy a recibir la semana próxima para conversar sobre sus planes y como ayudamos al pueblo de Nuevo León”.
También hará lo propio con los mandatarios electos de Chihuahua, Querétaro y San Luis Potosí.
En cuanto al encuentro de ayer, con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, dijo que se trataron temas como el desarrollo de la Presa Zapotillo, luego de que el Poder Judicial resolvió que sólo se construyeran 20 metros de cortina (el plan original era 120 metros).
Sin embargo continúan las protestas, “de estos asuntos que heredamos”, por lo cual vamos a reunirnos para ver opciones.
Construir la cortina con la altura programada significa la inundación de al menos un pueblo, por lo tanto hay que evitar la forma de ello y también que la inversión no se tire a la basura y hace falta el agua, tanto en León, Guanajuato, como en Guadalajara y en Los Altos de Jalisco, dijo.
Las diferencias, remarcó, es natural de la democracia.
“Ya cuando no hay diferencia, ya hay que preocuparnos porque si no hay diferencias es que no hay libertades y ya sería dictadura; la democracia es pluralidad, es garantizar siempre el derecho a disentir, es la no censura, entonces, así vamos a continuar y voy a reunirme con la gobernador electa de Chihuahua, con el gobernador electo de Querétaro y con el gobernador electo de San Luis Potosí”.