La Universidad Veracruzana constantemente muestra los rankings del “Top Universities” en donde nuestra máxima casa de estudios aparece entre las primeras 10 mejores universidades del país. En esos rankings, realizados por empresas de publicidad, noacadémicas, la UV está por encima de instituciones como la Ibero, el Colegio de México o el ITAM. ¿En serio esperan las autoridades de la UV que nos traguemos ese cuento? Da pena decirlo, pero lejos está la Universidad Veracruzana de los niveles que se manejan en la Ibero (mi amigo German no me dejará mentir), el Colegio de México o el ITAM, que ha sido semillero de muchos funcionarios púbicos de primer nivel. Sin embargo, hay que señalar que, en los rankings serios, con más tradición, escrupulosos, no manejados por agencias de publicidad, la Universidad Veracruzana está muy relegada. El más prestigiado de esos rankings es el QS World University Rankings. Esta clasificación de universidades, que es por mucho la más prestigiada del planeta, ni siquiera contempla, en su ranking 2021 a la UV entre las 100 mejores universidades de Latinoamérica. Vale señalar que universidades que los rankings “patito” ponen por abajo de la UV, aparecen mucho mejor posicionadas. La Ibero, por ejemplo, está en el lugar 39, con 62 de 100 puntos; el ITAM aparece en el lugar 42, con 59.4 puntos; el Colegio de México está en el lugar 82 con 44.9 puntos. La UV se encuentra rezagada en el lugar 138 de las mejores universidades de Latinoamérica, con 32.5 puntos. Vale señalar que las universidades mejor posicionadas de nuestro país son el Tecnológico de Monterrey con 99.5 puntos y la UNAM con 94.2 puntos. La universidad de Latinoamérica mejor rankeada es la Universidad Pontificia de Chile, con 100 puntos. Esta es la realidad de nuestra Universidad veracruzana, no aquella que la Rectoría de Sara Ladrón pretende vendernos, haciendo alarde de una gloria que está muy lejos de alcanzarse.
Ya sabemos qué lugar ocupa la UV en México y Latinoamérica; ahora hay que encontrar a la persona idónea para la Rectoría; ¿qué hay de Héctor Coronel?
Ahora que sabemos cuál es el lugar de la Universidad Veracruzana entre las universidades de México y Latinoamérica, podemos tomar en serio el proceso de sucesión de la Rectoría de la UV. La Rectoría, y ahora Sara Ladrón lo sabe, no es para cualquier académico bienintencionado, mucho menos para improvisados o para aquellos que se sienten tocados por el dedo de dios; esos iluminados que piensan que una voz les habló en sueños para cambiar el rumbo de la UV. Por ejemplo, por ahí apareció un consejero electoral del INE, quien ya se destapó como candidato a la rectoría de la UV. Con frases rimbombantes como “ejercer un liderazgo de servicio para que entre todos podamos posicionar a la Universidad en el plano nacional e incluso internacional y contribuyamos al desarrollo de Veracruz”, piensa que puede cambiar el rostro de la UV. Algunos medios manejan otros nombres, como el de Jorge Manzo Denes, Martín Aguilar Sánchez, Ana Beatriz Lira Roca y Rocío Ojeda Callado. No obstante, un aspirante ha permanecido discreto, tal vez porqueconoce la frase que en política acuñara don Fidel Velázquez, “el que se mueva no sale en la foto”. Nos referimos a Héctor Francisco Coronel Brizio, actual director de Administración Escolar de la UV. Este aspirante tiene estudios de licenciatura en Estadística y doctorado en Matemáticas y es investigador del Instituto de Inteligencia Artificial. Desde su posición como funcionario de la UV, Héctor Coronel conoce muy bien cuál es la situación de la Universidad Veracruzana; conoce sus altas y sus bajas, sus fortalezas y debilidades. La Rectoría de la UV, ya lo señalamos, no está para improvisados, ni para aquellos que encabezan grupos de interés que siempre han visto a la Universidad Veracruzana como un negocio. Coronel Brizio viene de una familia con mucho prestigio. Su padre fue presidente municipal de Xalapa y su hermana Cecilia Coronel, una mujer trabajadora y honrada, será síndica en la administración municipal de Ricardo Ahued. Héctor Coronel Brizio es garantía de un funcionario que no se dejará presionar por esos grupos de interés, pues su apellido está en juego; Héctor sabe que un buen nombre es uno de los valores más importantes en la vida, un valor que se debe atesorar.
Armando Ortiz Twitter: @aotiz52@lbajopalabra