martes, noviembre 5, 2024

Los vicios desde el poder

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Es asombrosamente patética con fuertes ribetes escatológicos la noticia acerca del doctorado honoris causa “otorgado” al actual secretario de educación en la entidad veracruzana, pues sus ignorados méritos lo sitúan a distancias siderales de un galardón cuya naturaleza exige genuinos atributos. Acerca de si hubo pago de por medio para adquirir esa “distinción” (¿debe presumirse por adelantado?), vox populi ya extendió su veredicto: es producto de tórridos sueños de noches de verano, convertido en realidad de ficción (válgase la evidente antítesis) gracias a los fluj0$ del poder. Pero solo son vanos devaneos, porque es efímera la posición burocrática (seis años son muchos), ganada a pulso de ignoradas causas y desconocidos logros.

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