El serbio Novak Djokovic conquistó su segunda corona en Roland Garros, su decimonoveno Grand Slam, tras remontar dos sets en contra al griego Stefanos Tsitsipas, 6-7(6), 2-6, 6-3, 6-2 y 6-4 en 4 horas y 11 minutos.
El tenista heleno pagó de alguna manera su falta de contundencia en su debut en la final de un grande, y pese a tener una ventaja clara, acabó derrumbándose.
El número 1 del mundo se convirtió en el primer tenista de los tiempos modernos en ganar al menos 2 veces los cuatro grandes y se situó por vez primera en su carrera a uno del suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal, que lideran la carrera con 20.
Fue una Final inolvidable, en la que Tistsipas estuvo a punto de dar la gran sorpresa y se comportó a la altura de las circunstancias, nada menos que ante una leyenda del tenis, que precisamente demostró por qué tiene esa condición y fue capaz de levantarse de la adversidad y salir con los brazos en alto.