El presidente ruso, Vladimir Putin, tratará con su homólogo estadounidense, Joe Biden, de “hallar vías para normalizar” las relaciones entre Moscú y Washington en la cumbre que celebrarán el próximo día 16 en Ginebra.
“Debatiremos nuestras relaciones bilaterales con Biden. Parto de que debemos intentar hallar vías para normalizar estas relaciones. Hoy están a un nivel increíblemente bajo, todos lo sabemos bien”, afirmó Putin durante la sesión plenaria del Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
El mandatario ruso añadió que también abordará con Biden “la estabilidad estratégica, la normalización de los conflictos internacionales en sus puntos más calientes, los procesos de desarme, la lucha contra el terrorismo, la lucha contra la pandemia y temas de carácter ecológico”.
En referencia a las sanciones estadounidenses impuestas contra Rusia, Putin señaló que su país “no ha impuesto ninguna sanción” y se ha limitado a responder “cuando lo consideramos posible” y “de modo que no nos afecte, de no dispararnos en el pie nosotros mismos”.
“Para nosotros es un enigma por qué los socios estadounidenses continúan haciendo esto, estoy convencido que esto sucede, ante todo, bajo el influjo de procesos políticos internos”, dijo.
Según Putin, “las relaciones ruso-estadounidenses en gran medida son un rehén del proceso político interno en el mismo Estados Unidos”.
“Espero que esto termine algún día y me refiero a que los intereses fundamentales en esferas tales como la seguridad, la estabilidad estratégica y la reducción de armamentos peligrosos para todo el mundo son definitivamente más importantes que la coyuntura política interna de EE.UU.”, acotó.
El presidente afirmó que Rusia “no tiene divergencias con EE.UU.”, sin embargo, “ellos tiene una sola divergencia: quieren contener nuestro desarrollo y lo dicen públicamente”.
“Todo lo demás se deriva de esta posición, todo, y las restricciones económicas, y los intentos de incidir en los procesos políticos internos de nuestro país por medio de las fuerzas que consideran ‘afines’”, comentó.
Putin afirmó que Rusia está atenta a lo que sucede en EE.UU., pero “nosotros nunca nos entrometemos”.
Aunque, según el presidente, las elecciones y los procesos políticos en Rusia son objeto constante de críticas, en los propios EE.UU. “casi la mitad de los electores consideran que las elecciones fueron injustas”.
“Eso no lo dijimos nosotros, eso lo dicen las encuestas sociológicas realizados por sus propias compañías”, dijo.
El mandatario se refirió a los disturbios en el Congreso de EE.UU. tras las pasadas elecciones presidenciales, y aunque evitó calificar estos suceso, señaló que no se trataba simplemente de “ladrones y vándalos”.
“La gente vino con demandas políticas. ¿No es cierto? Fueron detenidas 450 personas, todos bajo causas penales (…) ¿En base a qué? A muchos les presentaron cargos que incluyen el intento de golpe de Estado”, recordó.
Putin trazó un paralelismo con la situación actual en Bielorrusia y las multitudinarias protestas pacíficas en contra del presidente Alexandr Lukashenko, y señaló que la situación en este país “se valora desde un punto de vista, mientras que en EEUU lo mismo se ve con otra luz”.
“Debemos librarnos de los dobles raseros”, defendió.