Es auténtica la molestia y preocupación del presidente López Obrador por los resultados no favorables en la Ciudad de México y el estado de México, también porque no se consiguió para Morena la ansiada mayoría calificada en la Cámara de diputados. Motivos de sobra tendrá el ejecutivo federal para traducir su molestia en remociones de cercanos colaboradores en su equipo más cercano, catalogar de traidores a quienes le hicieron la contra, para encarcelar a Alejandra Barrios y perseguir con mayor ahínco a sus incómodos opositores. El caso de la señora Barrios es significativo porque esta lideresa ha venido haciendo de las suyas impunemente durante décadas y ningún gobierno, incluido el actual, la habían molestado… hasta que se mostró adversa coadyuvando a la derrota de Morena en la alcaldía de Cuauhtémoc. Por robo y extorsión se acusa a la señora Barrios, pero nada tiene que ver con hacer justicia porque esa actividad la ha venido desarrollando desde los gobiernos priistas, la utilizaron los perredistas y fue útil a Morena en 2018, hasta ahora.