La gobernadora Evelyn Salgado Pineda, condenó la violencia desatada en el estado en los últimos días, cuyo saldo es de siete muertos —cuatro policías comunitarios y tres presuntos de delincuentes— en la comunidad de Buenavista de la Salud, municipio de Chilpancingo; amén de otros dos decesos, en Acapulco.
Así lo hizo la mandataria durante el evento que realizó en Casa Guerrero, con motivo de los primeros 100 días de su gobierno, y aseguró que en la Mesa de Coordinación de la Paz “estamos atendiendo puntualmente los casos que lastiman la paz de las familias guerrerenses. Hechos como el de ayer, que condeno, lamento y repruebo, no quedarán impunes”.
Nadie dijo que sería fácil, acotó, “sin embargo, trabajamos todos los días por no desatender ningún tema, por más complejo que sea. De igual manera, estamos atacando las causas que originan la violencia, a través de los programas transversales y los apoyos”.
Queda claro, agregó, “que la pacificación, conlleva también esta combinación, de la parte social, de atender las causas que originan la violencia, y la pobreza, y solo de esta manera con esta estrategia integral podremos salir adelante. El fuego no se apaga con más fuego, el fuego se apaga atendiendo las causas que han originado la violencia durante tantos años en nuestro estado de Guerrero”.
Expuso que su administración atiende las causas de manera activa. “Le vamos a entrar a todos y cada uno de los temas que lastiman a nuestro gran pueblo de Guerrero”.
Su estrategia de atención integral, compartió, “se complementa con operativos de refuerzo a los municipios de Acapulco, Chilpancingo de los Bravo e Iguala de la Independencia, así como el fortalecimiento de la labor de proximidad social”.
Aunado a ellos, sostuvo, han sido reactivadas “685 Cámaras del Sistema de Videovigilacia del C-5 Acapulco; C-4 Chilpancingo; C-4 Iguala; y C-2 Zihuatanejo, para fortalecer las tareas de vigilancia, se ha logrado la reincorporación de personal policial que tenían funciones de escolta a funciones operativas”.
Por su parte, también esta mañana, en conferencia de prensa realizada en Buenavista de la Salud, familiares de Mario Zamora, comandante de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), demandó al presidente Andrés Manuel López Obrador, que volteé los ojos al Valle de El Ocotito, y frene la violencia.
En tanto, uno de los policías comunitarios denunció que el sábado pasado, alrededor de las 21:00 horas, elementos de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano, y la Policía Estatal, desarmaron a seis de sus compañeros. “Nos quitaron las armas, se llevaron los radios y teléfonos celulares, y hasta nuestro dinero”, explicó.
Testigos de la agresión perpetrada en Buenavista de la Salud por el grupo delincuencial de Los Ardillos, aseguraron que una de las camionetas blindadas llegó hasta la base de la Upoeg, y lanzaron granadas. “Aturdido, el comandante Mario (Zamora), se levantó y les hizo frente a los pistoleros, cayendo herido, lamentablemente murió después debido a que no llegó a tiempo la ambulancia”, relató uno de ellos.