viernes, noviembre 15, 2024

Hasta los animales saben cómo…

Antes que nada, el parte pandémico, que es lo que todos los medios multimedios y monopolios dan.  En el Sur de Francia han detectado un nuevo pariente del 19 al que han dado en llamar B.1.640.2. que debe de contagiarse como sus primos electrónicos, pues se dice que ya se encuentra en América.  Habiendo dado el parte tranquilizador.  Al tema…

Apenas ayer comentaba con mis tres amables lectores, que unos sicarios buena onda, al enterarse que en una reunión no habían respetado la sana distancia y eran más de los permitidos por las Autoridades…

Habían irrumpido en el convivio.  Y a uno por uno les habían dado sus buenos mandarriazos en las pompis y en las piernas y los habían mandado a sus respectivas casas sobándose el trasero…

Pues casi de inmediato -lo que es el ejemplo- se ha dado a conocer que, en Perote, Veracruz, la Comandanta Rosa, ya conocida como “La Torturadora” de la policía local, les bajó los pantalones a sus subordinados que no se portaron bien -o mandó que se los bajaran, vayan Ustedes a saber amables lectores- y a nalga pelada ¡les dió de tablazos! Todo está en un video.  Y dicen que los trae a todos derechitos…

Por cierto, que la Ciudad veracruzana, otrora famosa por sus embutidos, de acuerdo al nuevo lenguaje impuesto por las feministas que creen que con eso van a cambiar las cosas -¡Ilusas! pero entretenidas, eso sí- habrán de llamarle o Peroto, o Perota; porque Perote se puede mal entender…

Por aquello del diputado veracruzano que quiere que le llamen diputade ¡Madre santísima! diría mi abuela. Que, sin duda, al igual que cualquier otra dama de sus tiempos, hubiera agarrado a bastonazos a “les” dos que se andaban besando en un parque de diversiones para familias…

¡Ya me imagino!  Les hubieran dicho “maricones, jotos, depravados” y cualquier otra clase de linduras que hoy no solo están prohibidas, sino penalizadas.  Pero era otro Siglo.  Otra Era que ya se fue…

Una Era que ha quedado atrás, dando paso al nacimiento de la que bien podrá ser llamada la Era de la locura.  Con todos los dolores inherentes a un parto y con todos los comportamientos de un recién nacido que no atina ni qué onda…

Pero al que pa pronto, sin deberla ni temerla, le aplican el jicarazo, también llamado bautismo.  Y desde ese preciso momento le enseñan a engañar, a mentir, a fantasear en un mundo mágico que ciertamente no existe…

Nadie con una neurona funcionando puede creer semejantes disparates.  Pero como durante todo el resto de su vida -desde el jicarazo hasta después de que esté muerto, o sea, en el entierro- se lo volverán a repetir una y otra y otra vez, pues acaba creyendo que no es libre, que vino a servir a Dios.  Y les da dineros a sus representantes…

Siglo XXI y seguimos en la idolatría y en el mundo mágico.  Me acaba de llegar un mensaje por el celular, de un producto maravilloso que puede tomar cualquier persona. Y ¡es natural!…

Como considero que conservar la salud es lo más importante en esta vida, ya que de ello depende absolutamente todo.  Un enfermo es lo mismo que un gato al agua.  Me interesé en leer de lo que se trataba…

Dan un rosario de síntomas y si padeces uno solo, ya no se digan dos o tres, o peor, todos los enunciados, es que necesitas el tratamiento; pues “mata todos los parásitos”.  Y no nada más en los intestinos, como las lombrices, sino los que hay en todo el cuerpo…

“A la gente, se la comen por dentro los parásitos”, según dice la propaganda, ilustrada con explícitas fotos y videos que ya sabrán…

Pero no indican si es una sola toma, o son varias, como las vacunas contra los virus; o si debes de tomarla de por vida.  Y tampoco dicen de que está compuesta esa maravilla que, según los cientos de adjuntos testimonios de la gente que la ha tomado, nunca se han sentido mejor…

Lo envían a la casa; y solo por el día de ayer, día 4, estaba la oferta de un 50 %.  Por lo que me la perdí.  No tenía los poco más de 750.00 pesotes que cuesta el mágico tratamiento; y se tardarían mucho en mandarlos traer desde Suiza; así que, me la perdí…

Es absolutamente inhumano, incalificable, que la gente padezca una enfermedad o muera sin atención médica.  Es obsceno condicionar la salud al dinero.  Pero como así están las cosas, lo mejor que se puede hacer, es aprender a curarse uno mismo…

Y no es tan difícil; hasta los animales saben cómo.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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