“México ya cambió”, es una de las frases más iterativas del presidente López Obrador empleada para enfatizar un supuesto logro de su gobierno”; otros asertos más los acompaña haciendo referencia a la “podredumbre” del régimen neoliberal y ayer hizo acento en que cuánto acontece en la nota roja se debe a la “descomposición social” devenida de aquel “régimen corrupto”, “era una banda” de complicidades, dijo; pero “ahora no”, porque los crímenes se aclaran y “ya no hay impunidad”. ¡Cuánto diéramos porque así fuera! Pero, lamentablemente estamos muy lejos del deseo cumplido, porque los índices de impunidad en México, de acuerdo a la subsecretaria de gobernación presidida por Alejandro Encinas, son bastante elevados y, según el Comité de Protección a Periodistas, de 2018 a la fecha hay 32 comunicadores asesinados y 15 desaparecidos. En su informe, Amnistía Internacional señala que en México la tasa de impunidad para todos aquellos casos que entran en el Sistema Penal alcanza una tasa de hasta el 99 por ciento, afectando principalmente a los grupos más vulnerables de la población. En su informe de 2020, México Evalúa señala un 94,8% de los delitos que no se aclaran. Grave situación. Más aún, la empresa de estadísticas TResearch, concluye que México registra un total de 26.8 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo cual ubica a nuestro país entre los diez países con la mayor incidencia en este delito a nivel mundial. Pero, si esas estadísticas no bastaran para reflejar lo grave de la situación de inseguridad en nuestro país, de acuerdo al reporte Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), México obtiene calificación de 31 puntos, en una escala que va de cero a 100, donde 100 sería la mejor calificación posible, y se coloca en la posición 124 de 180 países evaluados por Transparencia Internacional en materia de corrupción. Por todo esto, cuando escuchamos a la gobernadora de Baja California decir sin tapujos que no va a permitir que la delincuencia actúe con impunidad, después de que en el territorio a su encargo en el lapso de una semana fueron asesinados los periodistas Margarito Martínez y Lourdes Maldonado, evocamos los malos tiempos del anti clásico veracruzano: (ni) “vamos bien (ni) viene lo mejor”.