El miércoles pasado compareció ante la comisión correspondiente de la Legislatura estatal la Presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz. Fue parte de la glosa del Informe, en la cual funcionarios del gabinete y los organismos autónomos acuden al Congreso para aclarar dudas y responder preguntas de los diputados, respecto de los datos ofrecidos en el documento que presentó el Gobernador.
Es un ejercicio que puede ser muy útil o totalmente innecesario, de acuerdo con lo que oriente la mayoría legislativa.
La doctora Namiko Matsumoto Benítez estuvo hasta cuatro horas respondiendo las preguntas de los representantes populares. Y es un caso singular el suyo porque ella está al frente de la CEDH debido a su capacidad, su experiencia y su conocimiento, no por alguna componenda partidista o por recomendación del Gobierno. Es una “autónoma independiente”, quizás la única.
Bueno, NMB estuvo cuatro horas que pudieron tal vez ser dos porque unos y otros legisladores le repitieron varias veces las mismas preguntas. Como que nuestros diputados estatales no le entienden muy bien al tema de los derechos humanos… y a muchos otros más.
Pero la doctora Namiko, que es una persona inteligente, controló lo que en otra gente hubiera sido exasperación, y contestó de manera comedida y clara; «vestida de calma», como dice el poema de Delmira Agustini.
La doctora Namiko se reunió ayer con los periodistas del Grupo de los Diez y respondió con aplomo y claridad las preguntas que se le hicieron a granel. Demostró, pues, también valentía.
Las cifras y los datos del trabajo realizado por la doctora en Derecho y su equipo ahí están en los informes y en los medios. Dos decenas de miles de casos investigados por la Comisión; casi 300 quejas que tiene que atender cada visitador; falta de personal, para ofrecer un servicio más completo… son las dificultades propias de un organismo que fue creado para apoyar a ciudadanos indefensos ante la fuerza de la autoridad, pero que nació acotado por una legislación que limita sus posibilidades de actuar.
Habló también la ombudsperson veracruzana del compromiso que han demostrado quienes laboran en la CEDH al dar su mayor esfuerzo, y apoyar hasta donde se pueda y un poco más a quienes sufren por la injusticia, por el maltrato.
Namiko Matsumoto resume la importancia de su trabajo con una frase que lo dice todo:
«Las recomendaciones que hace la Comisión a las autoridades omisas o culpables tienen un efecto sobre ellas, pero le cambian definitivamente y para bien la vida a los que fueron afectados en sus derechos humanos».