lunes, noviembre 4, 2024

Va de nuevo…

Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

DiarioLibertad@gmail.com.mx

Ante las “escalofriantes” notas publicadas el día de hoy -ayer- en el sentido de que los “científicos” advierten que en el futuro pueden aparecer nuevas variantes del coronavirus, todavía más preocupantes debido a la rápida proliferación de ómicron…

Y más.  Que personal sanitario de 11 países presenta elevadas tasas de síntomas depresivos y tendencias suicidas.  Según la OMS que, visto está, no sirve de mucho, pues está comprada…

No me consta, ni lo que están diciendo a favor de las vacunas; ni lo que dicen en contra de ellas.  Ni voy a discutir si los virus existen o no -y claro que existen- pero es igualmente cierto que, en todas las epidemias o pandemias, unos se contagian y otros no…  

Pero como ya estoy hasta la coronilla del virus y de los “científicos” sabelotodo, que creen saber mucho, pero que no han podido hacer nada para evitar los contagios.  Una vez más, a pesar de que me había propuesto no volver a tocar el tema, pues ya lo he hecho en más de alguna ocasión y casi nadie hace caso…

Por lo que, toda vez que algunos de mis tres amables lectores me solicitan que vuelva a tocar el tema, voy a repetir “Los Principios Hipocráticos”, es decir, los principios que el Maestro nos legó para lidiar con las epidemias; plasmados en sus dos libros de “Las Epidemias”.  Libros que es evidente que los “solones” no tienen ni idea de que existan…

Para los que ya se han contagiado, o creen que están contagiados, pues las pruebas así lo indican, -aunque éstas no son de ninguna manera concluyentes para determinar el contagio, ya que pueden dar positivo a muchas otras infecciones.  Pero en fin…

Uno de los más importantes principios que nos legó el Maestro, es que ALIMENTAR A UN ENFERMO ES ALIMENTAR LA ENFERMEDAD.  Cosaque ninguno de sus “seguidores” atiende.  Antes, al contrario, determinan que se debe comer para “resistir” la enfermedad…

Sus “seguidores” se limitan a hacer el Juramento -que además no cumplen- y ya se sienten la gran cosa.  Pero si observamos a La Madre Naturaleza, los animales, cuando se hieren o se enferman, dejan de comer…

Y en todas las epidemias en las que el Maestro estuvo presente, el común denominador -y así lo indica claramente- es que se salvaron quienes se negaron a recibir alimento.  Pero abundando.  Los niños pequeños, cuando se enferman, tampoco quieren comer…

Y esto es porque echar a andar el sistema digestivo, el sistema que más energía consume, les resta fuerza a los demás sistemas para recuperarse; por eso, los animales, al igual que los niños pequeños, cuando comen, se van a dormir…

Pero hay más; y esto es de mi cosecha…

En un hecho que cualquiera puede observar, hay gente que no se ha enfermado del coronavirus.  Ni conocen la diabetes, ni el cáncer, ni ninguna otra de las muchas enfermedades metabólicas…

El éxito de su salud consiste en que comen de otra manera, sobre todo y específicamente, no consumen carne; pues respetan toda forma de vida.  Que es exactamente lo que la mayoría no hace…

A pesar de que en sus creencias está perfectamente especificado el NO MATARAS.  Los puristas dicen que el hombre que se “alimenta” con carne, no es omnívoro, como los osos, por poner un ejemplo, que es en sí un carroñero, es decir, que se alimenta de carroña…

Y si los que la comen, verdaderamente se pusieran a investigar cuanto tiempo tiene de que el animal fue asesinado -no se puede llamar de otra manera a lo que hacen y en la forma en que lo llevan a cabo- aunque hay quienes los comen vivos, o inhumanamente los cocinan vivos, lo que es inaceptable para quienes se dicen superiores; y para quienes amamos a los animales…

La ventaja es que pagan las consecuencias; y no solo con los padecimientos que se presentan. Pues como todo en esta vida se regresa, a querer o no, no puede decirse que les va bien en la vida…

Y aunque haya quien diga y asegure lo contrario, ningún enfermo, de lo que sea, puede ser feliz.  Y por si faltara algo, la salud es la mayor de las riquezas…

En estos tiempos de pandemias -reales o psicóticas- el confinamiento y las medidas sanitarias solo agravan más el problema.  Pues quien no se conoce a sí mismo, no puede estar solo consigo mismo…

Y, por otro lado, la compañía que eligieron; o con quien los eligió, generalmente, en un muy alto porcentaje, no es su media naranja. Es decir, no es la que les corresponde.  Y en consecuencia la convivencia es muy difícil…

Como lo demuestra el problema que se ha presentado con tantos suicidios por todos lados.  O en el mejor de los casos, tantos divorcios…

No en balde Prometeo, el creador de los hombres, fue expulsado del Olimpo por haberles regalado el fuego a los hombres -con el que se cocina-.   Y para aquellos que creen en el refrito ese al que llaman Biblia; reproduzco una parte de la Mitología Griega:

“En respuesta a un pedido de Eros (el amor) –dicen que el mundo está hecho por amor- éste le solicitó a Prometeo y a su hermano Epimeteo, que crearan un ser capaz de dominar a todos los animales de La Tierra.  Prometeo entonces, tomó arcilla, la moldeó y así creó a los hombres”…  

Y se crea o no, el haber comido del “fruto prohibido”, fue lo que hizo que perdiéramos la salud y consecuentemente el paraíso; según dicen algunos.  Pero no todo está perdido…

Hay una nota que dice que una niña se perdió en medio de una muy fuerte tormenta de nieve, por lo que pasó toda la noche en la caseta de un perro y abrazado a él.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida. 

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