“Prohibido suicidarse en primavera.”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
La depresión, el tedio, el sentimiento de absurdidad, el vacio, la soledad, son condiciones que todos los seres humanos de maneras diferentes vivimos, por supuesto que también pasamos momentos de felicidad, amor, triunfos, alegrías, éxitos, empero, estas pasiones tan deseadas en muchas ocasiones al poco tiempo son motivos de desdichas y desilusiones. La historia nos enseña que estos descontroles, estos polos de sensaciones han orillado al hombre al suicidio o mínimo a llevar una vida insatisfecha, incompleta, depresiva, luego entonces; ¿Cómo encontrar el equilibrio? ¿Cómo resolvemos el conflicto de la absurda existencia? Si los momentos de dudas, tristezas, incertidumbres, no se pueden evitar, ¿Cómo los controlo? La religión ya ha dado sus respuestas, conozcamos la posición del arte secular a través de la obra de teatro: “Prohibido suicidarse en primavera”, comedia del dramaturgo español Alejandro Casona estrenada en México en 1937.
Esta magistral pieza teatral se compone de tres actos, el escenario central de toda la trama es “El hogar del suicida”, sí, como se escucha; estamos en una vieja casona tipo hotel de campo donde el Doctor Roda dirige un antiguo sanatorio, hoy hogar del suicida, aquí todas las personas que están insatisfechas con la vida pueden ir y mediante un tratamiento llevado sin ninguna prisa, son ayudados a que ejecuten su suicidio de manera razonada, tranquila, en la forma que más les agrade morir, por absurdo que parezca en el hogar se encuentran varios personajes que están preparando su muerte, entre ellos: “Alicia, La Dama Triste, Juan, El Amante Imaginario, El Padre de la otra Alicia.”
Cada personaje va explicando en los diversos Actos y Escenas, los motivos por los que han decidido renunciar a la vida, claro está que el problema de origen puede ser la soledad, una historia de desamor, pobreza, desempleo, etc., pero conforme se va desarrollando la psicología, motivos y conflictos de los personajes, el lector va descubriendo que probablemente el problema de fondo no sea ese desamor, sino la forma en que el protagonista concibe el amor y la vida en general, vayamos a conocer algunas historias y ya cada lector podrá analizarlo e interpretarlo a su libre albedrio.
La historia de “El Amante Imaginario” es la más ficcionada y en lo personal la que más me atrapó. Este simpático personaje se encuentra perdidamente enamorado de la famosa cantante de ópera llamada Cora Yako, el amor que siente se originó sólo por sus pensamientos y no por la correspondencia de ella. El Amante Imaginario fue al teatro a ver a Cora Yako y mientras ella cantaba él sentía que lo miraba profundamente al momento de su actuación, casi casi como que el concierto se lo dedicaba a él; El Amante Imaginario trabajaba en un banco y decidió robar para comprarle unos tulipanes a su gran amor, cuando ella recibió los tulipanes los olió y eso fue todo, no obstante, hay varias versiones que platica el personaje sobre su amorío con Cora Yako, ejemplo es que narra los viajes que realizó con la artista por Egipto, después fueron a Florencia y un sinfín de ciudades, muchos tenían al protagonista por mentiroso, exagerado, lo cierto es que estaba perdidamente enamorado de Cora Yako y por su rompimiento real o mental él ha decidido quitarse la vida.
En el último acto Caro Yako llega al hogar del suicidio, ella no va a suicidarse, su arribo es como una especie de retiro porque parece ser que ha perdido su fama y sus mejores años artísticos han pasado, la cantante conoce a su enamorado y se interesa por él, le dice que todo ha sido un amor imaginario, pero que ahora pasarán a un amor verdadero, le propone hagan un viaje juntos por la India y el Japón, acuerdan el día de salida, Caro Yako le pide sea puntual y que en si determinado tiempo él no llega se irá, y la historia que puede ser real y maravillosa sólo quedará en un amor imaginario, el Amante a la mera hora duda, dialoga con Fernando y este comprende que el amante ha decidido renunciar al amor que tanto ha pretendido:
“Fernando. –En ese caso, hay otra solución, Renuncie a Cora Yako auténtica, quédese con la que usted ha soñado y dedíquese a escribir. Amante. – ¿A escribir? Fernando. –Sí: es otra forma de heroísmo. Las novelas nunca las han escrito más que los que son incapaces de vivirlas.” ¿Por qué renunció a lo que tanto quería cuando ya lo tenía? ¿Es tan poderoso el vacío existencial que por no enfrentarlo y sobrellevarlo limita nuestra propia existencia? La respuesta la dejo abierta para la reflexión de cada lector, empero, reflexionemos lo siguiente.
El problema de la finitud es inevitable, resulta comprensible el sentimiento de vértigo y vacio que nos provoca la muerte, esto invariablemente influye en nuestras conductas, estados de ánimo, etc. sé que hay espíritus equilibrados y firmes que tienen muy claro las reglas de la vida y aceptan tal cual el tema de la muerte, sin embargo, cuando vamos conociendo los conflictos existenciales de los personajes de esta pieza teatral podemos aprender, reconocer y aceptar, que la mejor manera de enfrentar la dudas de nuestra existencia es viviendo con esencia nuestra vidas, cada quien está obligado a encontrarle el sentido a esa existencia, en lo personal he comprendido que las esencias no tienen que ser tan rebuscadas, exquisitas, ejemplo es cuando en el acto primero Fernando interroga a La Dama Triste sobre las causas por las que quiere morir, y ante la respuesta de ella, Fernando le pregunta: “Fernando. – ¿Ha viajado usted? ¿Ha cultivado aficiones artísticas? ¿Ha leído mucho? ¿Ha tenido amores?” Todas las respuestas fueron, sí, sí, sí. Entonces, ¿Por qué querer morir? Seguro habrá malos viajes, malos amores y malas lecturas, pero también habrá lo contrario…
El día de hoy tuve una reunión con un amigo llamado J. M., este amigo está pasando una etapa muy difícil; se encuentra enfermo, carece de lo más básico, en días come regular en otros muy mal, y de manera tranquila, serena, me dijo lo siguiente: “ Mtro. Naranjo, este mes cumplo 53 años, sé que no llegaré a los 60, por mi salud y jodides cuando mucho creo viviré de dos a tres años, pero si algo tengo claro es que quiero vivirlos bien y tranquilos…”
Por lo antes expuesto y reflexionado no me queda la menor duda que buscar la respuesta a la pregunta: ¿Qué hay después de la muerte?, es el verdadero absurdo de la vida, ella llegará sí o sí, la verdadera pregunta del hombre debe ser: ¿Qué debo, quiero y puedo hacer en la vida? y esta respuesta la iremos encontrando conforme vayamos viviendo, en el caminar del día a día nos encontraremos con temas como el amor, el deseo, el gusto, el placer, la tranquilidad, etc. cada quien conforme se vaya educando elegirá los caminos por los que transitará, pero el amor es un camino humanamente inevitable, y aunque todos los caminos tendrán sus tramos rocosos hay que vivirlos y caminarlos, esa es la esencia del hombre que le da sentido y razón a su existencia, si lo asumimos así, con altas y bajas viviremos y el suicidio jamás será una opción, porque ya habremos comprendido como el personaje llamado Alicia, quien en el primer acto quería suicidarse y al final renuncia al suicidio con las siguientes palabras: “Alicia. –Entonces comprendí mi tremenda equivocación; venia huyendo de la soledad…y la muerte es la soledad absoluta.”
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