Agencias/Sociedad 3.0
El Gobierno de México divulgó este jueves, tal y como adelantó el presidente Andrés Manuel López Obrador, la carta que envió en 2020 al mandatario austriaco Alexander Van der Bellen para pedir que regresara el icónico penacho de Moctezuma.
«Es sabido que ni el propio Maximiliano de Habsburgo logró que el penacho de Moctezuma retornara a México. Sin embargo, los que luchamos por la transformación de nuestros países nunca dejamos de soñar, somos idealistas y utópicos», expreso López Obrador en la misiva, con fecha del 2 de octubre de 2020.
Recordar, que esos días la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller se encontraba de viaje en Austria para entregarle esta carta al presidente Van der Bellen, en la que solicitaba el préstamo del penacho para ser expuesto en México en 2021 en los aniversarios de la conquista y la independencia, algo a lo que Austria se negó.
En la carta, López Obrador presentó primero a su “esposa” y deseó que se dé este regreso del penacho “en bien de México y Austria”.
Alegó que la “historia” une a ambas naciones y le comentó que en motivo de los 700 años de la fundación México-Tenochtitlan, los 500 años de la “invasión española” y los 200 años de la independencia sería “un gran acontecimiento” poder exhibir el penacho de Moctezuma en México.
Así mismo, en la carta AMLO propone a cambio que el Gobierno de México está dispuesto a ofrecer al pueblo de Austria y a su gobierno, para exhibir en su país, una amplia colección de piezas” del llamado Segundo Imperio Mexicano (1863-1867).
Recordar, quue antes de dar a conocer la carta, López Obrador insistió este pasado miércoles en que Austria debería devolver al país el icónico penacho de Moctezuma.
“Hay que seguir insistiendo que nos devuelvan el penacho y que nos devuelvan todo lo que se han robado y que pertenece a los mexicanos”, indicó el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
Y calificó el encuentro entre Van der Bellen y Gutiérrez Müller como “muy desagradable”, ya que el mandatario no tenía mucho conocimiento del penacho y estaba rodeado de personas “que se sienten los dueños” del objeto.