Agencias/Sociedad 3.0
El presidente francés, Emmanuel Macron, rechazó la petición del Kremlin de que se sometiera a la prueba rusa Covid-19, para evitar que Rusia se hiciera con su ADN.
Como resultado, el jefe de Estado francés de visita se mantuvo a distancia del líder ruso durante las largas conversaciones sobre la crisis de Ucrania en Moscú.
A los observadores les llamaron la atención las imágenes de Macron y Putin sentados en extremos opuestos de una mesa de 4 metros de largo el lunes durante sus conversaciones, y algunos diplomáticos y otros sugirieron que Putin podría estar queriendo enviar un mensaje diplomático.
Pero dos fuentes, conocedoras del protocolo de salud del presidente francés, dijeron que a Macron se le había dado una opción: aceptar una prueba de PCR realizada por las autoridades rusas y que se le permitiera acercarse a Putin, o negarse y tener que acatar un distanciamiento social más estricto.
“Sabíamos muy bien que eso significaba que no habría apretón de manos y esa larga mesa. Pero no podíamos aceptar que pusieran sus manos en el ADN del presidente”, dijo una de las fuentes, refiriéndose a los problemas de seguridad si el líder francés se sometía a las pruebas de los médicos rusos.
La segunda fuente del entorno de Emmanuel Macron confirmó que el presidente francés declinó someterse a una prueba de PCR rusa. La fuente dijo que Macron, en cambio, se sometió a una prueba de PCR francesa antes de partir y a una prueba de antígeno realizada por su propio médico una vez en Rusia.