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El próximo viernes dará inicio la Cumbre Tajín 2022 y se conmemorará un aniversario más de la Expropiación Petrolera decretada en 1938 por el general Lázaro Cárdenas del Río.
El presidente Andrés Manuel López Obrador arribará a Minatitlán, donde visitará la histórica refinería “Lázaro Cárdenas” -inició operaciones en 1906-, y el fin de semana recorrerá el estado de Oaxaca, donde el domingo 20 acudirá a San Pablo Guelatao, lugar de nacimiento de Benito Juárez.
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Somos un país repleto de lenguajes simbólicos y también de multiplicidad de símbolos dentro de nuestros vasos comunicantes: individuales y colectivos.
El pasado fin de semana unos vecinos en Acayucan recordaron en su segundo aniversario luctuoso a una comadre muy cercana y querida.
Como sucede en buena parte de México, las acciones surgidas de aquel recuerdo ocurrieron bajo singulares elementos culturales: un altar, flores y agua, veladoras, fotografías y una cena…
Al dolor se le aproximó con alegría…
El llanto se disfrazó de humor…
Los pollos sacrificados a guisa de homenaje por la mujer ausente -murió de parto, tras haber superado un ataque de Covid19- fueron acompañados de baile y desvelo…
Al día siguiente -durante el recalentado- arribó una suerte de memorial verbal con inagotables anécdotas: evidentemente la difunta fue una mujer alegre…
¡Faltaba más!
¡Salud! Se brindó por la comadre durante dos jornadas repletas de signos…
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El presidente López Obrador, como nadie desde los tiempos del general Porfirio Díaz, voltea y mira y observa día con día hacia el sureste de México.
Durante la década de los 60s se descubrió el yacimiento Cantarell y a mediados de su vergonzoso sexenio el inefable José López Portillo llamó a “administrar la riqueza”.
Estupidez histórica: PEMEX explotó aquel yacimiento hasta casi agotarlo y el sureste no se industrializó como pudo y debió haber ocurrido, no obstante su insólita riqueza y explotación durante más de cuatro décadas.
El boom petroquímico de Coatzacoalcos a partir del Complejo Pajaritos -finales de los 60s y a partir de los años 70s- y su secuela a través de la creación de los Complejos Cangrejera y Morelos, industrializaron parcialmente una materia prima -el gas natural- también abundante en Veracruz, Campeche, Tabasco y Chiapas, pero no cerraron ciclo alguno para un desarrollo permanente…
Gas y petróleo se convirtieron en materia prima industrial de fábricas de plástico; así como gasolina y diésel…
En el sureste desde 1974 opera la refinería de Salina Cruz, puerto clave en una punta del istmo de Tehuantepec cuyo extremo al poniente es el puerto de Coatzacoalcos.
La compañía “El águila” construyó una refinería en Poza Rica puesta en marcha en 1940; su capacidad de producción se amplió a 38 mil barriles en 1976 y volvió a ampliarse en 1984 a 72 mil barriles diarios.
En 1991 el presidente Carlos Salinas de Gortari ordenó su clausura definitiva.
Cantarell y Coatzacoalcos han padecido procesos históricos semejantes al de Poza Rica: el agotamiento de sus recursos energéticos naturales, la corrupción a nivel macro y el relevo de modelos macroeconómicos por ajustes en el espectro político e ideológico, amén de la protección de intereses de grupos oligárquicos de poder.
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Lázaro Cárdenas del Río encabezó el proyecto político y macroeconómico nacionalista a ultranza, después del juarismo.
No hubo continuidad de su marco ideológico: el de la justicia social y la lucha profunda a favor de los pobres.
Después del cardenismo en lo macroeconómico sobresalen dos modelos y momentos históricos favorables para el Estado mexicano: la sustitución de importaciones y el desarrollo estabilizador, entre las décadas de los 50s y 60s.
El gobierno de Miguel Alemán Valdez -1946-1952- impulsa la industrialización de México pero este desarrollo no incluye al sureste.
Durante más de medio siglo el sureste mexicano ha operado como proveedor de materia prima natural e industrial; nada más…
En el ramo energético, vía la empresa Petróleos Mexicanos (PEMEX) -fundada en junio de 1938- el Estado mexicano apostó a un modelo macroeconómico estatista.
Ocho décadas después de la expropiación petrolera se ha generado escasez de materia prima por tratarse de recursos no renovables.
A ello añadamos la falta de inversión constante y oportuna en la adquisición de tecnología, el desaprovechamiento de multiplicidad de recursos paralelos al petróleo, así como el desperdicio de nichos de mercado nacionales e internacionales en ramos como turismo, la pesca, la producción agropecuaria, etcétera.
Me explico: el sureste de México no se industrializó; no se profesionalizó; no se no se aprovecharon para su propio desarrollo otros recursos naturales y sólo se constituyó durante más de un siglo en proveedor de materias primas para las manufactureras en el norte, noreste, el bajío y el extranjero.
En el sur veracruzano aún viven -la mayoría pertenecen a la tercera edad- extrabajadores de las azufreras de Jáltipan y Texistepec -APSA Y CEDI- así como de Leche Industrializada Conasupo -LICONSA- en Acayucan, cerradas durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y su imposición del modelo macroeconómico neoliberal.
Hay más ejemplos de empresas impulsadas desde el Estado y luego cerradas, rematadas o repartidas a través de actos corruptos -LICONSA en Acayucan se convirtió en la empresa privada La Llanura y uno de los accionistas de ésta fue Raúl Salinas de Gortari-.
Agronitrogenados fue adquirida por PEMEX en 2014 -tras 14 años sin operar- a un sobreprecio de 11 mil millones de pesos a su dueño Alonso Encira Elizondo, apresado en España durante el 2019, extraditado a México y finalmente liberado tras devolver al gobierno federal más de 216 millones de dólares durante el 2021.
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Este viernes el presidente Andrés Manuel López Obrador viene a conmemorar el LXXXIV (84) aniversario de la Expropiación Petrolera.
En Poza Rica, durante décadas esta fecha generó simbólicos eventos cívicos -incluyendo un desfile estudiantil motivo de orgullo para sus niños y jóvenes participantes- amén de bailes populares patrocinados por la Sección 30 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana bajo cuyo control político se encontraban el Ayuntamiento, las diputaciones y todo aquello con olor a poder.
En 1971 se puso en operación el Complejo Petroquímico Escolín, puesto a la venta como chatarra en octubre del 2017.
Alguna vez llamada la capital petrolera de México, Poza Rica se reinventa en el comercio para mantenerse como el cuarto municipio más poblado de Veracruz, sólo después de Veracruz, Xalapa y Coatzacoalcos.
La otrora todopoderosa Sección 30 del STPRM es testigo, hoy, del arribo a la presidencia municipal de Fernando Luis Remes Garza, un ex jugador profesional de beisbol recordado como “El pulpo” y amigo del presidente López Obrador.
¿Así o más emblemático este momento histórico?
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Este viernes Minatitlán recibirá a un presidente empeñado en el rescate del sureste de donde es nativo.
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La sección 10 del STPRM se la rifa con Sergio Gutiérrez Luna en el proyecto para la gubernatura veracruzana del 2024.
Petroleros y maestros del “Equipo” de la sección 22 -quienes añoran las mieles del ya occiso Juan Nicolás Callejas Arroyo- abarrotaron el evento sobre la reforma eléctrica organizado por Gutiérrez Luna el domingo seis de marzo.
En otra época aquello habría representado una orden política sin posibilidad de réplica en suelo minatitleco.
¿Quién no recuerda al maestro Sebastián Guzmán Cabrera, sucesor de Joaquín Hernández Galicia “La quina” en el marco del “quinazo”?
Lleno de simbología histórica, Minatitlán…
¿Pero qué hacemos en torno a los ochenta y cuatro años de la Expropiación Petrolera? ¿Conmemoramos o festejamos?
Es importante clarificar el significado de ambos conceptos.
¿Conmemorar?
Sí, al recordar un acontecimiento clave en el antes y el después de la patria.
¿Festejar?
Durante décadas la expropiación petrolera fue motivo de festejo; pero hoy en día aquel acontecimiento ya no llena la pupila ni la panza de pueblos petroleros como Poza Rica, Álamo, Tuxpan, Pánuco, Cerro Azul, Minatitlán, Nanchital, Las Choapas, Agua Dulce, nomás en Veracruz…
Tamaulipas ha sido y es una entidad de gran peso en el ámbito petrolero de México.
Y ahí el cártel del noreste baleó el consulado de Estados Unidos que el gobierno norteamericano ha decidido cerrar tras la detención -el fin de semana- de un jefe narco.
Hoy, el crimen organizado tiene mucho más poder -y lo exhibe sin pudor- que el corporativismo sindical durante décadas de “dictadura perfecta…”
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El petróleo se acaba, el gas natural no se explota adecuadamente y el STPRM mantiene sus cacicazgos seccionales y el nacional en manos de Ricardo Aldana, pero luce políticamente débil.
Los escenarios de lucha por el poder electoral en los planos nacional y estatales estrenan personajes, estilos y estrategias.
El domingo seis de marzo pasado, paralela al evento promovido por Sergio Gutiérrez Luna se efectuó una actividad también sobre la reforma eléctrica.
Fue organizada para dar calor político a Rocío Nahle García, rival política del presidente de la mesa directiva en la Cámara Baja del Congreso…
Ambos buscan relevar a Cuitláhuac García Jiménez.
En el Minatitlán actual hay petroleros y su labor y sus finanzas siguen marcando la pauta en la economía cotidiana de este pueblo…
Pero ya no son semidioses como antes; las secciones 9, 10, 11, 30 ya no pesan igual que antaño…
Hubo miles en el evento de Gutiérrez Luna y miles en el evento pro Rocío Nahle sin la presencia de la Secretaria de Energía.
Llegaron, eso sí, el alcalde de Coatzacoalcos: abogado y hombre de izquierda toda su vida, Amado Cruz Malpica.
Así como la anfitriona, Carmen Medel, doctora e integrante de la sociedad civil desde cuyo espacio fue diputada federal por MORENA.
Lo dicho, mientras el partido guinda mantenga estas diferencias entre grupos dentro del marco de la lucha democrática interna, se mantendrán al frente de las preferencias electorales.
Divididos los morenistas, hay fuerza notable de un lado y hay fuerza de peso en el otro…
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Todo se vincula: las estructuras macroeconómicas a través de dos modelos históricos dialécticos: el estatista y el neoliberal, con éxitos y fracasos ambos.
AMLO apuesta por el retorno al estatismo pero no renuncia al neoliberalismo -el TMEC lo demuestra-.
La apuesta de López Obrador es rescatar al sureste mexicano.
El Tren Maya es un megaproyecto turístico, no alcanza para el salvamento…
La refinería de Dos Bocas representa volver a lo que ya existió: una más a las seis refinerías aún operadas en México y sí, por lo pronto generó más de 25 mil empleos; reanimó la economía de Tabasco -tierra natal del presidente-; coadyuvará al suministro de gasolina y diésel en un sector importante del mercado mexicano consumidor de tales productos; pero tampoco alcanza para el salvamento…
La mayor apuesta para rescatar el sureste mexicano está en el Corredor Interoceánico a partir de una razón simple y compleja: por primera vez un macroproyecto del Estado mexicano ubicado en el sureste toma en cuenta a la inversión privada, nacional e internacional…
De cuajar -y deseamos fervientemente así ocurra- el corredor interoceánico tendría éxito en función del arribo y permanencia de capitales privados de muy alto rango…
De no concretarse tales inversiones -parafraseo el descabellado y simbólico final a don Gabriel García Márquez- el sureste mexicano estaría condenado a otros cien años de soledad…