Se ha iniciado ya un capítulo al amparo de la polarización política que priva en el escenario político nacional; en este, al parecer, lo importante no es apegarse a hechos verídicos sino inducir en la opinión pública las sospechas sobre presuntos eventos de corrupción al interior del gobierno de la CuartaT. Juan Collado, actualmente encarcelado acusado por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, se acoge al criterio de oportunidad puesto a su alcance por la FGR. Ya en esa tesitura Collado acusa de extorsión a abogados cercanos a Julio Scherer Ibarra pues, señala, le exigieron entregar la institución financiera Caja Libertad a cambio de exonerarlo. Cierta o no esa versión, el caso ya se ventila en un Juzgado sentando en el banquillo de los acusados a los abogados referidos. No es Scherer el objetivo, sino el gobierno al cual sirvió en posición muy cercana al presidente. Y aunque pareciera mera coincidencia, Ancira, quien fuera obligado a devolver dinero por el caso de la irregular venta de Agronitrogenados, se suma al coro de denunciantes contra el ex consejero jurídico de la presidencia. Son torpedos contra la línea de flotación del gobierno federal, obviamente, será difícil provocar el naufragio, sin embargo, son señales de lo que podría venir en las cercanías del término constitucional del actual periodo de gobierno, y señal incontrastable que la oposición no está “moralmente derrotada”, solo vela armas. “Sea por Dios y venga más”, decía el clásico.v