JAIRO CALIXTO ALBARRÁN
22.04.2022/02:18
“Odio quiero más que indiferencia” venía tarareando el ideólogo del sector opositors, Francisco Martín Moreno -que acaricia la idea muy pacifista de quemar vivos a los morenistas en el Zócalo a todos los morenistas- al publicar un tuit solidario con la campaña de “Alto al odio” “No a la violencia entre los mexicanos” del PAN-PRI-PRD-EMECé, acusados de “Traidores a la patria» solo porque votaron a favor de iberdrolizar a la patria.
Terrible que este encantador bloque partidista sea señalado de manera tan terrible, cuando sus líderes han sido profundamente humanistas, serenos aunque no sean morenos sino whitexicans, y jamás han demostrado encono, clasismo, racismo, ni recurrieron nunca a un lenguaje soez frente a cualquier miembro de la Cuarta transformeichon. Y si alguna vez lo hicieron fue porque en este país hay dos tipos de traidores: los buenos y los malos; los primeros son los opositores que añoran los años dorados del Efecto Tequila, el Fobaproa, la Estafa maestra, la Estafa de luz y la dictadura perfecta que idealiza Kike Krauze; los segundos son malos, canallas y feos que quieren imponer el comunismo sovietócrata cubanoide venezolanizante.
Lo malo es que los empeños de empeñar y despeñar a México de Calderón, Margarita, Alititititito Moreno, Markitititito Cortés, los chuchitititititititos, Lozano, Téllez y demás banda decimonónica no fueron valorados por la opinión pública. La encuestadora Morning Consult afirma que después del debate por la reforma eléctrica, el 71%, sí, el 71% aprueba la gestión del tabasqueño y eso que según la oposición perdió el domingo pasado. Y en la Encuesta de Massive Caller (muy relacionada con el PAN) el 68% está de acuerdo con llamar traidores a los traidores y el 59% aprueba que se les exhiba públicamente, no se vale. Por eso saludo la gran idea de Mariana Gómez del Campo (el orgullo del nepotismo calderónico-zavalista) de ir a la ONU a quejarse de esta campaña en contra de los heroicos herederos de Juan Nepomuceno Almonte, el hijo de Morelos que trajo a Maximiliano a poner orden y progreso entre los mexicanos adictos a las tlayudas que no saben que el litio es solo polvo en el viento como dice la senadora Xóchitl Gálvez.
Cabe decir que contra lo que muchos piensan, Francisco Martín Moreno es un verdadero humanista; si en efecto fuera cruel y despiadado, en vez de quemar vivos a los morenistas los obligaría a leer sus libros y eso sí sería de lesa humanidad.
Jairo Calixto Albarrán
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