Dicen que los boleros son inmortales y que se mantendrán siempre en el gusto del público porque son intemporales, y por lo mismo inmortales. Sus letras, muy bien cuidadas, atenidas a la preceptiva poética y a las reglas de la gramática castellana, tienen además el valor de su contenido, muchas veces en el umbral de lo filosófico.
Tomo casi al azar una composición muy conocida y retraigo su letra a nuestros tiempos tan complejos y difíciles.
Podrían tal vez la diva lectora (tan entonada siempre) y el espontáneo lector (todo lleno de entusiasmo) tararear la letra que pongo a continuación con la melodía de la canción inmortal del dominicano Mario de Jesús*, que puso de moda Javier Solís en México allá por los años 60 del siglo pasado y que revivió hace unos 15 años Luis Miguel en uno de sus discos de Romance.
Le habla la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos a Andrés Manuel López Obrador:
¿Y qué hiciste del fervor que me juraste?
¿Y qué has hecho de las leyes que te di?
Y qué excusa puedes darme si faltaste
y mataste la esperanza que hubo en mí.
Ahora, un fanático del Patriarca, de ésos que dicen que son 15 millones:
Y qué ingrato es el destino que me hiere
y qué absurda es la razón de mi pasión
y qué necio es este amor que no se muere
y prefiere perdonarte tu traición.
Después, un exseguidor de AMLO, desilusionado:
Y pensar que en mi vida fuiste flama
y el caudal de mi gloria fuiste tú
y llegué a quererte con el alma
y hoy me mata de tristeza tu actitud.
Y finalmente, el pueblo de México, ése bueno y honrado, que no es tan tonto como algunos creen:
¿Y a qué debo, dime entonces, tu abandono?
¿Y en qué ruta tu promesa se perdió?
Y si dices la verdad yo te perdono
y te llevo en mi recuerdo junto a Dios.
*Mario de Jesús Báez nació en San Pedro de Macorís el 18 de agosto de 1924 y falleció en la Ciudad de México el 20 de julio de 2008. En 1946 se mudó a Nueva York, y finalmente terminó radicando en México.
Compuso muchos boleros que fueron grandes éxitos, como “Adelante, “Que se mueran de envidia” y “Ayúdame Dios mío”, que interpretaron grandes artistas como los ya mencionados Javier Solís y Luis Miguel, junto a Marco Antonio Muñiz y Julio Iglesias, entro otros muchos.
En 2006 recibió la Condecoración al Mérito Duarte, Sánchez y Mella, en el grado de Caballero, máxima distinción que el Gobierno dominicano otorga a una persona.