jueves, noviembre 7, 2024

Cabeza de Vaca en capilla

Como grandes defensores de la libertad de expresión e incansables luchadores por la democracia y enemigos de la Dictadura macuspánica, yo estaba mil por ciento seguro de que mi Loret y Brozo, el Trujillo tenebroso, ya estarían trabajando en un reportaje profundísimo sobre Cabeza de Vaca. No tanto por ser el gran estadista que todos sabemos que es (colocó a Tamaulipas en el centro del neoliberalismo PANdo) sino por todos los señalamientos periodísticos que lo colocan como una especie de dictadorzuelo que ataca, presiona y persigue a quienes se le oponen. Como siente peligros en el callejón, en el mejor estilo de Salinas y Calderón, busca desesperadamente desde el poder apoyar al PRIANchu, al KukluxPAN y al tresequisgonzalismo.

Cabeza de buey es congruente con su propia naturaleza de autócrata que tanto le ha caracterizado a su gobierno, pero lo hace de manera tan evidente y burda que nada más le falta encarcelar a sus opositores y encerrarlos en el viejo estadio del Correcaminos. Claro, es que no quiere acabar correteado como su compadre Chiflano Aureoles por hacer lo que mejor saben hacer ya que gobernar nomás no fue lo suyo (desfalcos, atraco en despoblado y desviación de recursos para algo llamado Latinus, según expresan diversas investigaciones periodísticas), lo cual es muy comprensible.

Lo curioso es que ni Lilly ni la señora López ni Xóchitl, ante tantas pruebas contra Paquito no han levantado ni denuncias ni exigencias de juicio político ni una amenaza violenta como acostumbran, fíjate fíjate.

Tampoco Julen Rementiría que dicen que es el rey de los bots, ni Jelipillo & Zavala bros., ni el ChikiliQuadri ha puesto a Cabeza de Vaca en su lista negra, ni mi Claudio XXX ha hecho una de sus citas citables (pobrecito, como no tiene ideas solo hace retuits de los intelecuáles más chafas) y todavía no aparece Kike Krauze para nombrarlo el Mobutu de Victory City.

Aunque sea Denisse Dresser podría hacer uno de sus chistines a costillas del próximo ex gober precioso de Tamaulipas, como ese en que le exige a la señora Vilchis (la encargada de Quién es quién en las mentiras) que agradezca las preguntas, los cuestionamientos, los retos y el debate como hizo la ex vocera de Biden, cuando la dotora se la pasa como atacando a quienes osan cuestionarla, pues así qué suave.

Aunque sea para taparle el ojo al macho, los chuchitititititos perredistas deberían de sacarle la lengua a Cabeza de Buey.

No se hagan ídems.

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