O P I N I O N
Por Mario Javier Sánchez de la Torre
No cabe la menor duda de que en México aún funcionen organismos públicos autónomos como el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (Inegí), puede considerarse como una garantía en cuanto a la existencia de información verdadera de lo que está sucediendo.
Trabajo que debe valorarse en toda su dimensión, ya que desde el inicio de la administración federal que controla la equivocadamente llamada cuarta transformación (4T), una de sus principales tareas ha sido la eliminación de los organismos autónomos, porque debido a su autonomía estorban al deficiente y destructor trabajo que están haciendo de la estructura gubernamental del Estado mexicano.
Como ejemplo podemos citar los resultados de la importante Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental realizada por el Inegi, correspondiente al año 2021, en la que el 86.3 % de la población mexicana considero que se dan actos de corrupción en las instituciones que tiene bajo su responsabilidad la actual administración federal morenista.
Porcentaje que por donde se analice es altamente contradictorio de lo que dice en sus desprestigiadas mañaneras Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues cuando habla de este lastimoso tema, se refiere a este en el equivocado sentido de que ya no hay corrupción en México. Generalmente explicando que eso era antes, en la época de los neoliberales. Lo que los resultados de la encuesta echan abajo.
Otro dato de gran importancia, es el costo, gasto o perdida, como usted lo quiera llamar, que producen estos actos de corrupción. El importante trabajo estima que es de 9 mil 500 millones de pesos, lo que equivale aproximadamente a 3 mil 44 pesos por mexicano. Cantidad con la que se pudiera mejorar la atención médica de cada ciudadano de este país, en forma importante.
Por lo que corresponde al sector gubernamental con el mayor porcentaje en experiencias de corrupción, fue con las autoridades de Seguridad Pública, 65 %. Sector por demás de gran sensibilidad por los asuntos que atiende entre la población, así como también por el difícil trabajo que tiene encomendado y que no puede cumplir en la forma adecuada por las carencias y reducción presupuestaria a que está sujeto.
Pasando al 24 % de percepción de corrupción, en cuanto a la atención del ministerio público, otro de los sectores gubernamentales que requieren además de capacidad, de gran sensibilidad por la atención directa que proporcionan a la población, que se encuentra generalmente en situaciones muy vulnerables y de angustia o perdida de seres queridos y que requieren de una administración de justicia, como dice el slogan -que lamentablemente solo es eso un slogan- pronta y expedita.
Llegando al sector con menor incidencia de corrupción que fue el de la atención médica programada, con un 0.3 %. Sector el de los médicos, tan menospreciado por la actual administración federal, tanto en el discurso, como en los miserables salarios que perciben los pasantes de esta difícil profesión científica, que es de aproximadamente 3 mil pesos, se encuentren en el lugar del país que se encuentren, que puede ser una clínica en zonas urbanas o rurales o en las regiones más marginadas del país.
Después de conocer esta información oficial de parte del Inegi, que esperemos no se tenga la intención de desaparecer, pues es el termómetro de la Nación, dos de las múltiples preguntas que surgen son: ¿Necesitamos a los médicos cubanos en México? y ¿Realmente ya se acabo la corrupción en la presente administración federal? Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com (Fech. Púb. Lun. 30-mayo-22)