sábado, noviembre 23, 2024

En la tierra de los ciegos…

Si la “aparición” del coronabichus-apocalipticus 19 causó desconcierto; entre que lo habían fabricado, que los murciélagos lo habían transmitido, que era un arma biológica -de esas que nadie usa, pero aparecen por todos lados- que los chinos…

Y luego con las vacunas.  Que de pronto todo mundo fabricaba.  Las mejores eran las de agua destilada, que dejaron grandes utilidades a los fabricantes, además de que los pacientes no sintieron nada extraño.  Sin consecuencias ¡vaya!…

Una maravilla, dijeron quiénes fueron los afortunados de recibir su vacuna de ese lote VIP; hasta les recomendaban a sus amigos y familiares que, cuando fueran a vacunarse, pidieran de esa, que era la mera buena…

Dicen las malas lenguas, ya saben de quién, que era la misma que les ponían a las celebridades y a los políticos.  Si no, imagínense, amables lectores, la que se armaba donde alguno de ellos se complicara y se muriera…

Que finalmente la gente no murió por el virus, murió porque tuvo complicaciones de otros padecimientos.  Pero, aun así, no fue tan mortal como el que dicen que ya viene en camino, para variar, desde China.  A ver si no quieren volver a imponer el inútil cubrebocas…

Lo mejor del caso, es que sabiendo que ha sido la primera pandemia económica de la Historia, desencadenada por el virus verde ¿todavía les van a seguir el juego a todos esos pelafustanes que hacen dinero no solo con la muerte, sino lo que todavía es peor, con el dolor…

Pero por el otro lado, es necesario reconocer que, de aquellos célibes principiantes que fueron el padre Adán y la madre Eva, a la clase de conejos, que digo conejos, de virus, como nos reproducimos, ya somos una verdadera plaga…

Para ponerlo de otra manera, nosotros, los seres humanos, somos más peligrosos que el covid-19 y toda su parentela juntos.  Y eso no hay científico, fanático o experto, que pueda decir lo contrario…

Nuestra invasora actitud sobre el Planeta, se puede comparar con una bacteria en una caja de Petri -nombre que se debe a Julius Richard Petri (1852 – 1921) y su gran aporte a la microbiología-…

Pero no se le vaya a ocurrir a nadie decir que ya somos demasiados y que hay que esterilizar a la población; porque se le echan encima.  ¡Genocida! es lo menos que le gritarían aquellos ingenuos que todavía creen que la vida viene de algún dios, cuando la vida viene de El Sol…

Aquellos que no están conscientes de que somos una plaga terriblemente peligrosa y en consecuencia decidan no cambiar su forma de vivir.  Por Ley Natural se creará un desequilibrio y todo será un caos

Si no hay Sol, no hay vida. Si no hay Dioses, no pasa nada, la vida seguirá; y lo mismo y hasta mejor, ya no habrá que mantener a los parásitos de los parásitos, o sea, los que se ganan la vida contando cuentos y amenazando a quienes no les creen…

Pero si el Todopoderoso ni siquiera puede arreglarle la rodilla al Papa y salvarlo de una operación ¿de verdad creen que va a salvar al mundo?

Ya de salida…

Con relación a la gira del Presidente por centro América y el Caribe, dicen los enterados, que va impulsado por su egolatría; y en un principio del Mal de Peña Nieto, y aquél “estos ya no aplauden”, ha ido en busca de otros horizontes…

Pero es de esperarse que no les vaya a regalar nuestro dinero para quedar bien y que lo aplaudan; cuando menos para apantallar a la señora Gutiérrez; porque finalmente, hay un refrán que dice que “En la tierra de los ciegos…”

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida. 

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