Se debe apreciar y valorar la enseñanza repetida y padecida, que no
se puede ignorar y minimizar la Economía, y que es reto prioritario y
urgente. Inevitable insistir e insistir, que estamos obligados a entender
y valorar, para superar y cambiar lo ocurrido y padecido.
Una breve descripción de la situación actual destaca hambre y
pobreza, inseguridad y violencia, injusticia y desigualdad que padecen,
generación tras generación, millones y millones de seres humanos.
Este es, en términos generales, el contexto que define y caracteriza, a
los temas centrales que motivan, ocupan y preocupan a buena parte
de la población. ¿Qué hacer al respecto?
Para empezar, hay que despertar y motivar, el interés individual y
social, en la situación y evolución de la Economía. Fortalecer la
participación pública, en temas de reflexión y ocupación que hoy por
hoy, preocupan y afectan, con problemas y conflictos que siguen
vigentes y en espera de entendimiento y atención pertinentes, porque
determinan presente y futuro de la población.
Para decirlo en otra forma breve, sencilla, directa y clara. En la
actualidad hay que seguir enfrentando la heredada, creciente y
multifacética desigualdad, a partir de la comprobación del simple
hecho, del persistente incremento de pobreza, hambre, problemas de
salud, inseguridad y violencia, bajo nuevas condiciones y perspectivas.
Bien se sabe que recesión con inflación causa y profundiza,
innumerables limitaciones y daños; y si, a ello se agrega, tanto la
inocultable y perjudicial negligencia e incapacidad gubernamental, así
como la pasividad y el conformismo social, entonces, se diversifican y
multiplican pérdidas y sacrificios de las mayorías.
El hecho es que estamos, ante una situación cada vez más difícil y
complicada, que no se puede atender y resolver con improvisaciones,
desvaríos y costosas ocurrencias. Para todos los gobiernos
(municipales, estatales y federal) es vital aprender a identificar logros y
avances, para consolidarlos y acrecentarlos. ¿Dónde están con
hechos y acciones, y no solo declaraciones?
Es evidente, la urgente necesidad de entender y atender lo que nos
afecta y condiciona, basados en el conocimiento de nuestras
potencialidades y la capacidad de respuesta. Ignorancia y ocurrencia
no son solución, y tampoco evasión y distracción. Imprescindible
conocer condiciones, identificar oportunidades, y tomar decisiones.
Ilusos y confiados, muchos de los que usan y abusan de la
representación gubernamental y política, como de la empresarial y
civil; esos que hablan de lo que no saben, manejan lo que ignoran y
pretenden controlar lo que desconocen, sobre todo en el terreno de la
Economía.
Es más, muchos creen y sostienen la idea de que la sociedad y el
ciudadano común, en general, no tienen interés en saber y participar,
en lo que sucede y les afecta; ni deseo de participar para evitar y
combatir lo que, desde siempre, les daña, limita y sacrifica.
Ideas y percepciones manipuladas y distorsionadas, convertidas en
simples distractores para desorientar y desalentar; ideas y usuarios,
que tarde o temprano se enfrentan a las múltiples formas de
inconformidad, que pueden llegar hasta la resistencia y la
desobediencia ciudadana y social.
El pasado se hace presente. Lo que se temía y evadía, está
empezando a suceder y padecer, por encima de lo poco bueno
realizado, que debe ser reconocido y apoyado.
De una y mil formas se ha alertado y señalado, que se debe prever y
evitar, el colapso o la crisis devastadora de la economía, por lo mucho
que ésta influye y determina la vida diaria de todos. A razones y
preocupaciones, excepciones aparte, por costumbre se responde con
simulaciones y distracciones, pocas veces se hace lo que se tiene que
hacer, en tiempo y forma.
Lo cierto es que la realidad se impone y, en los hechos, hay que
repetir e insistir, que hambre y empobrecimiento aumentan y afectan,
a más y más millones de seres humanos.
Así frente a todo esto y más, sobresalen aportaciones y enseñanzas
que debemos siempre considerar y tener presentes, como el
inocultable e incansable esfuerzo de supervivencia de la población que
no se rinde ni desiste en su esfuerzo cotidiano.
Más allá de servidores que no sirven, pero se sirven; más allá de la
cara burocracia y tecnocracia, con sus soluciones que no llegan o no
funcionan. Más allá de todo, destacan siempre presencia, trabajo y
dedicación individual y social; así como la perseverancia personal o de
grupo que caracteriza a su comunidad.
Todos los seres humanos son intención y acción, objetivo y plan,
deseo y realización. De una y mil formas, a lo largo y ancho de la
Historia, son ejemplo de responsabilidad y solidaridad.
Y, desde luego, este tipo de influencia nos transforma a estar abiertos
y dispuestos a enseñar y aprender, a contribuir e incorporarse a nuevos esquemas de organización y movilización económica, política
y social, en donde, desde siempre mujeres y hombres pueden
demostrar, su intención y capacidad de hacer buen uso de la teoría y
práctica de la Economía.
En fin. Sin duda, hay mucho que hacer y ofrecer, para asegurar y
mejorar evolución y destino de la existencia humana.
Tiempos de demostrar capacidad y alcances, de responsabilidad y
esfuerzo, para continuar y fortalecer nuestra existencia.