Ya solamente por joder a la Cuarta transformeichon que ha sido la beneficiaria de sus deslumbrantes palurdeces, las fuerzas vivas del sector opositors que no tienen una silla en la Coparmex, ni controlan la Estrella de la muerte de Kimberly Clark, ni incendian con sus exabruptos las curules ni forman parte de la nomenklatura prianchuchista, tendrían que echar a patadas a los inútiles de Claudito XXX, el pobre nini rico, y sus valets, Zambranititititito, Markititititito y Alitititititito, porque han servido para maldita la cosa. Y, peor aún, tratan de venderles una estrepitosa derrota como si fuera la Toma de Zacatecas y el Desembarco en Normandía y ellos, como el Trío galaxia, hubieran rescatado al soldado Ryan. Y no, la Alianza opositora no rescató ni al soldado Pérez ni lograran más que unas victorias piteras que solo maquillan la lamentable precariedad política que están viviendo.
Fingir que nos engañan es caer en el pecado de la condescendencia. Ni el Cruz Azul se atrevió a decir que sus cruzazuleadas los hacían campeones por decreto.
Además, dijeras que sus argumentos son un portento de imaginación, sentido del humor y creatividad, pero no; los dichos de la banda ultraderechosa para explicar sus logros-no-logros parecen sacados de un libro del Pelón Gomís, bajo la asesoría de Pancho Martín Moreno y la odiontóloga Ximenez. Mientras Mariana Gómez del Campo alega con los ojos desorbitados que el 4-2 que les aplicaron es en realidad una gesta winner, Alitititito Moreno alega sin ningún rubor que “fue una derrota monumental para Morena” (las risas son pagadas) y, ya como gran símbolo de la estrategia está el tuit del “hogro” nada filantrópico del rancho San Cristóbal, donde afirma que en estas elecciones Morena perdió 9 millones de los veinticinco que tenía, como si las votaciones hubieran sido en todo el país y no en solo 6 estados. Chale. Y todo al ritmo de “También me dijo un arriero, que no hay que llegar primero pero hay que saber llegar”.
Lo más divertido fue cuando Zambrano, en su frustración total, le espetó a Dante Delgado -ese vendedor de ilusiones- que es un timador que vende humo y un traidor que no ha ganado nada.
De cualquier manera, yo le sugeriría a los gobiernos de Durango y Aguascalientes que tuvieron una victoria pírrica, que pongan inmediatamismo un letrero de “No se recibe cascajo”, pues les van a llegar un montón de arribistas, vivales y derrotados prianchuchistas a tratar de meterse a la brava para seguir medrando.
Jairo Calixto Albarrán