LOS POCOS esfuerzos que se venían haciendo para construir una verdadera oposición a Morena, principalmente, para los comicios del dos mil veinticuatro, se podrían echar por la borda, si las corrientes políticas internas de los dos partidos políticos más importantes de México, continúan con la pretensión de pedir a sus máximos dirigentes que dejen sus espacios para dar lugar a una renovación precipitada de sus cuadros políticos.
Es evidente que de pronto, aprovechando el momento desesperado que se vive en estas organizaciones políticas, personajes plenamente identificados, busquen acomodo en sus respectivas filas, desechando el trabajo de unidad que se venía conformando y que tiene el objetivo de enfrentar políticamente hablando, al partido o movimiento político que se encuentra en el poder.
En el PRI, figuras relevantes del priismo, se han levantado en contra de su dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, presionándolo para que renuncie a la presidencia de dicha organización política, aduciendo, desde luego, incompetencia para seguir al frente del priismo nacional, mientras que también, en el PAN, sucede lo mismo y se inconforman con su dirigente Marko Cortés, buscando que deje su posición para emprender una renovación de cuadros y una reorganización más adecuada para los fines electorales que se tienen dentro de dos años y medio, aproximadamente.
En ambos casos, se diezma la fuerza de la oposición y se pone en riesgo la coordinación política que se ha acordado para que juntos, los dos partidos, pudieran tener la fortaleza necesaria para ser más competitivos en las próximas elecciones presidenciales. Queda a salvo, aparentemente, el partido de la revolución democrática, donde también se mueven corrientes políticas que podrían acompañar estos actos de insurrección de los partidos de oposición.
En tales circunstancias, bien valdría nuevamente citar la conveniencia qué a nivel local, manifestara el diputado federal Pepe Yunes, quien se inclina más por una unidad política interna de su partido y consecuentemente, de las demás organizaciones políticas en coalición, para poder tener el fortalecimiento necesario que les dé mayores posibilidades de estar preparados en la sucesión presidencial.
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PÁNICO ENTRE LOS NIÑOS.
HASTA DÓNDE HA LLEGADO la delincuencia, que de acuerdo con videos que circulan en las redes, se da cuenta, desgraciadamente, de los actos que tuvieron lugar en un centro de vacunación de la ciudad de Puebla, donde dos delincuentes, montados en una motocicleta, dispararon contra la fila de niños que esperaban ser atendidos para ser inoculados contra el Covid-19. Padres de familia, personal médico y demás auxiliares de estos menesteres de la salud, fueron sorprendidos por los disparos de estos delincuentes que no midieron las consecuencias de sus actos, poniendo en riesgo la vida de cientos de menores y demás personas que se encontraban reunidas para los fines ya citados.
Independientemente de la atención que las autoridades puedan dar a estos acontecimientos, lo incomprensible es el avance que ha tenido la delincuencia que sabiéndose protegidos por una política de abrazos, no balazos, propuesta desde la propia presidencia de la república, no tienen el menor temor para actuar de esta manera.
Con estas acciones de violencia, se confirma, una vez más, que el Estado, ya sido totalmente rebasado y que ahora es la propia delincuencia la que manda y pone sus propias condiciones. No hay garantía de tranquilidad, menos de seguridad, por lo tanto, ya no hay esperanzas de que alguna vez, este país vuelva a tener el mínimo de paz que requiere para volver a la convivencia nacional.
México, se despedaza cada día que pasa y no se ve, ni siquiera en la oposición, que haya un verdadero interés por resolver esta preocupante situación.
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MÉXICO, UN PAÍS SIN DESTINO.
A COMO VAN LAS COSAS, se concreta lo que muchos analistas ya comentan, es decir, que México, no tiene rumbo y que su gobierno se encuentra seriamente perdido en los vericuetos de su propia forma de gobierno.
Los pobres, son ahora más pobres que nunca, y los índices de esta condición han crecido considerablemente, al grado de que la inflación ha venido a marcar, perfectamente bien a todos los sectores de la población, que ahora sufren para poder subsistir. Más del cincuenta por ciento ya es pobre en México, y no se le dan las oportunidades a la población para poder trabajar y superarse por si mismos, pues el gobierno, solamente sustituye su propia incapacidad, distribuyendo beneficios económicos a través de los programas sociales que ha implementado, los cuales resuelven momentáneamente la situación de una familia, pero que no resuelven, para nada, las necesidades más elementales de la población.
México, va por el camino equivocado, pero lo más preocupante de toda esta situación, es que son los mismos gobernantes, los que no quieren entender que han errado en su necia pretensión de administrar conforme a su inexacto sistema de gobierno.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.