A cinco días de haberse efectuado el proceso electoral con el cual el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sumo cuatro entidades federativas más a las dieciocho que ya gobernaba, las opiniones al respecto son principalmente sobre que fuerza política fue la triunfadora.
Triunfo que hasta el momento ninguno de los partidos políticos participantes a cuestionado, inclusive los resultados en los estados en que Morena no ganó, lo que es de extrañarse, pues como oposición que fue, posición que estaba acostumbrada a ocupar, siempre se oponía a todo, como durante alguna época también lo hizo el Partido de la Revolución Democrática (PRD), antecedente fundamental del movimiento morenista.
Pero quiérase o no aceptar, tanto por los militantes de Morena como por su guía espiritual, más no moral, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien realmente se llevó el triunfo en el pasado proceso electoral fue el atacado sin motivo alguno, Instituto Nacional Electoral (INE), teniéndose como prueba de ello, además de los claros resultados, la impecable organización de todo el proceso.
Ya que de las 21 mil casillas que se tenía programado instalar, todo indica que solamente 22 no fue posible en el Estado de Oaxaca debido a las contingencias provocadas por el meteoro Agatha. También con relación a la importante instalación y funcionamiento de las casillas, el 81 % de estas, funcionaron con el personal capacitado por el INE, por lo que no se tuvo que invitar a participar en éstas a los electores. Por lo que corresponde a la participación de los ciudadanos, en los padrones de los estados en que se eligieron gobernadores -seis- y en los que la elección fue del Congreso Local y ayuntamientos -dos- el total de electores fue de 11.7 millones. Teniéndose un promedio de participación de aproximadamente más del 40 % entre todas las entidades federativas.
A todo lo anterior hay que sumar que con la organización del proceso electoral del pasado domingo 5 de junio del presente año, el total de ejercicios de este tipo organizados por el INE, suman 330 en coordinación con los Organismos Públicos Electorales de los Estados (OPLE), según la reforma política-electoral del año 2014. Como puede apreciarse en todo lo citado, el insistir en una inútil reforma electoral para tratar de hacer de un organismo autónomo que durante más de 30 años ha propiciado al país un fortalecimiento de la incipiente democracia que comenzamos a vivir en México, es solamente una muestra de ignorancia y tratar de desmantelar a una institución que ha demostrado que sí funciona. Para ponerla al servicio de los mezquinos intereses de un grupúsculo de en este caso sí, traidores a la patria, porque lo único que buscan en su beneficio personal y no el interés de México y los mexicanos. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el lunes. noti-sigloxxi@hotmail.com