La guerra por el Estado de México, que en la forma arrancó ayer Morena con la presentación de fuerza de sus tres “corcholatas” presidenciales en un mitin político este domingo en Toluca, en el fondo empezó el pasado lunes 6 de junio en un lujoso fraccionamiento de las afueras de Madrid, a donde acudieron varios exgobernadores y políticos mexiquenses que fueron convocados a un encuentro hasta la capital de España por el expresidente Enrique Peña Nieto, con un solo objetivo: frenar el avance de Morena y garantizar la continuidad del PRI en la entidad mexiquense.
Hasta el exclusivo residencial de La Moraleja, donde tiene una de sus casas de Peña Nieto, llegaron políticos mexiquenses como César Camacho Quiroz, Alfonso Navarrete Prida y otros que viajaron desde México a instancias del expresidente para tratar de definir una estrategia “de unidad” entre los grupos priistas del estado y enfrentar al aparato federal de Morena que, ayer se vio en la Plaza de los Mártires de Toluca, va con todo para tratar de conquistar la codiciada entidad mexiquense.
Los priistas, de acuerdo con fuentes de inteligencia federal, hablaron de “estar unidos” ante el embate de la 4T que busca controlar el gobierno del Edomex y de “arropar y apoyar” al gobernador Alfredo del Mazo, para evitar que caiga en la tentación de entregar el estado a López Obrador, como lo han hecho otros mandatarios priistas en los comicios estatales del pasado 5 de junio y de 2021. Entre los nombres de posibles candidatos que se escucharon en la reunión de La Moraleja, nos dicen, resaltó el de Alejandra del Moral, actual secretaria de Desarrollo Social en el gabinete de Del Mazo, a quien se mencionó como una de las mejores posicionadas para abanderar al PRI.
Cuando la información de esa reunión en Madrid llegó hasta las agencias de inteligencia federal, la respuesta fue inmediata. Al dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, le ordenaron desde Palacio Nacional organizar el mitin de ayer domingo, al cual le pidieron invitar a los tres aspirantes presidenciales: Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, quienes fueron el gancho principal para darle relevancia y reflectores al evento con el que se busca comenzar a posicionar la marca morenista en el Estado de México.
Y es que tres días después del encuentro convocado por Peña en La Moraleja, en la zona norte de Madrid, los dirigentes de la Alianza Va Por México salieron a anunciar en conferencia conjunta que PRI-PAN-PRD competirían juntos por la gubernatura mexiquense, lo que haría que la contienda fuera mucho más complicada para Morena, que ayer en Toluca también presentó a sus dos aspirantes finalistas a la gubernatura: Delfina Gómez y Horacio Duarte, de entre quienes saldrá el candidato que pretenden seleccionar a más tardar en el mes de agosto próximo.
El madruguete de Toluca, en el que el tema central también fue la sucesión presidencial, con el aplausómetro, las porras y los discursos que dieron Sheinbaum, Marcelo y Adán, busca dejar en claro no sólo el músculo del partido gobernante, sino también su decisión de adelantar la disputa por el 2023 —donde además del Edomex se juega también la gubernatura de Coahuila— como antesala de la lucha por la Presidencia de México en el 2024. No fue casual que Mario Delgado aprovechara el lleno de la Plaza de Los Mártires para anunciar que en septiembre próximo su partido comenzará una serie de foros con miras a la elección presidencial y que hablara de las dos encuestas que se levantarán para definir al candidato o candidata presidencial morenista.
Pero a pesar del mensaje de fuerza y del pletórico mitin de Toluca que fue llenado por gobernadores, congresistas, alcaldes y por supuesto las infaltables huestes de acarreados morenistas, también fue notorio que, en los discursos de las tres corcholatas, aflorara el temor y el riesgo de una ruptura en la 4T por la elección del abanderado presidencial porque tanto Sheinbaum, como Marcelo o Adán Augusto, advirtieron de la necesidad de mantener la unidad. “Nada personal está por encima de los intereses sagrados del Pueblo de México”, dijo la jefa de Gobierno en su intervención; mientras que el canciller proclamó: “La unidad se construye con el respeto, se construye cuando hay piso parejo”; y finalmente el titular de la Segob, más profético, sentenció: “Los tiempos del señor son perfectos, ahora son los tiempos de unidad y de la transformación”.
Así, mientras el expresidente Peña se reactiva desde España y busca organizar la defensa priista del último bastión histórico del Edomex que le queda a su maltrecho partido, en la 4T y Morena responden enseñando los bíceps y tríceps políticos y poniendo a girar a sus tres corcholatas oficiales, mientras mantienen andando la maquinaria política y electoral que acaba de ganar 4 de 6 elecciones el pasado 5 de junio. Aunque hay un viejo refrán que reza que “no por mucho madrugar amanece más temprano”, parece que en la guerra por el 2023, el Edomex y la adelantada sucesión presidencial, a los políticos, tanto de Morena como de la oposición les gusta más el dicho que dice: “Al que madruga, Dios lo ayuda”.