El nombre correcto es “Construcción de ciclopista (1ª Etapa) en av. Adolfo Ruíz Cortines (entre la Av. Xalapa y Calle Lucio García Ochoa) y calle Ignacio de la Llave (entre la av. Ruíz Cortines y Calle Lucio García Ocho), Col. Varias” con número de obra 2020300870249.
Lo sorprendente del caso no es haber destinado $13,506,344.71 (trece millones quinientos seis mil trescientos cuarenta y cuatro pesos 71/100 M.N.) en una obra que nadie solicitó, no se realizaron estudios necesarios para justificarla y no había ni hay forma de cuadrar el gasto realizado contra la obra entregada. Lo que sorprende es que nadie haya dado una explicación a los xalapeños, al parecer apuestan al olvido.
Se trata del importe de la primera etapa de la ciclopista, solo y únicamente poco más de 13 millones y medio de pesos, tomen nota, solo es la primera etapa. Revisando así de rápido, me atrevo a decir que hay algunos conceptos que no se encuentran ejecutados en obra, por lo menos en el volumen y las características indicadas en el precio unitario, otros que requieren una revisión más a fondo, no hay forma de cuadrar lo que no tiene cuadratura.
Un ejemplo de esto es el concepto de trazo y nivelación en el presupuesto de obra contratado, donde se tenía considerado 460 mil pesos, un importe de consideración. En el finiquito se reporta que no se ejecutó este concepto y se aplica una deductiva por un importe distinto al contratado y después, como concepto de obra extraordinario, el importe pagado es de más de 760 mil pesos. Alguien se fue rayado con más de 300 mil pesos.
Así también, los xalapeños pagamos más de 650 mil pesos por cuatro reductores de velocidad, léase topes. Por no hablar del importe pagado por pintar de verde el arroyo vehicular de la avenida Ruíz Cortines que supera los 700 mil pesos.
Esta obra requiere una revisión seria y profesional, al parecer hubo deficiencias desde la elaboración del presupuesto base, el catalogo de conceptos incompleto, posiblemente una licitación no apegada a la ley en todos sus términos, una ejecución de obra sin la supervisión adecuada y una obra con materiales y alcances que no corresponden a lo contratado.
Revisar la bitácora de obra y checar las estimaciones realizadas, así como la volumetría de obra y los montos pagados en cada una de ellas. No es aceptable que una obra con la calidad tan mediocre nos haya costado tanto dinero a los xalapeños, creo que nos deben una explicación y la entrega de cuentas claras y no cuentos largos.
Pero el problema no es la mala ejecución de los trabajos y los 14 millones de pesos gastados en esta primera etapa de la ciclopista de Ruíz Cortines, el verdadero problema es la ocurrencia de hacerla y que nadie ni nada pudo oponerse.
No se realizaron estudios de rutas ni de origen-destino, no se solicitó la factibilidad económica que esta obra representaba ni la asesoría de profesionales en movilidad urbana o de colegios de arquitectos o ingenieros. No importó nada, ni siquiera que la obra no se sustentaba en una necesidad social ni de programa de gobierno alguno. No hay nada sobre esta obra en el programa de desarrollo municipal. Tan solo y únicamente se trato de la ocurrencia de un alcalde.
Una ocurrencia cara, mala y torpe.
Una ocurrencia de la que al parecer nadie se hará responsable.
Ahora esperemos que esta administración que encabeza Ricardo Ahued revise a detalle y con lupa toda la gestión de Hipólito Rodríguez, no se vale que unos pocos hayan hecho de Xalapa su botín personal.
No se vale, porque Xalapa, generosa como es, les dio todo lo que tienen y son.
Y así le pagan.
Alcalde, pida que le den una revisada a otras obras, se puede sorprender de lo que le digan.
Jorge Flores Martínez
Twitter: @jorgeflores1mx