viernes, noviembre 22, 2024

Vargas Llosa, el derechairo alfa

Después de hacer sesudas reflexiones y luego de profundas observaciones de la conducta humana en las redes sociales que de pronto son muy tóxicas y antisociales, llego a la tremenda conclusión de que la derecha calderónica mexicana que practica con enjundia el melodrama ranchero sufrió más dolor, tristeza y congoja con la victoria de Gustavo Petro y Francia Márquez que la ultraderecha uribista colombiana. Claro, tuvieron lo suyito (la clásica señora copetuda que ya tenía sus maletas listas para irse a vivir lejos del comunismo, pero como las de aquí, luego ni se van), pero nada comparado con las manifestaciones cursis de desasosiego demostradas por kukluxpanistas y prianchuchistas que estaban tirados a la depre y en búsqueda de explicaciones hasta mercadotécnicas que no podían ser más torpes que los videos de Ricardo Anaya. (Sí, sobre todo ahora que Biden lo contradijo —ya se sabe, el pobrecito de Ricardito creía que los coches voladores de los Supersónicos estaban a la vuelta de la esquina—, anunció la activación brava de las refinerías y el subsidio a las gasolinas para bajar el precio de los combustibles que están como lumbre y obligan a los gringos a llenar sus tanques en México).

Como quiera que sea, el espectáculo de lamentos voxistas e iberosféricos se tornaron más divertidos cuando el neoliberal y derechairo alfa, Mario Vargas Llosa, ante las lágrimas de Kike Krauze, afirmó que los colombianos “votaron mal”, que ojalá “sea un accidente enmendable”… no manchen, ¡llévenlo al Pare de sufrir! Además, el Chivo en su laberinto tiene la culpa, cada vez que se pronuncia a favor de un movimiento, un partido, o un candidato, pierde. Ni Margarita Zavala, que es como la reina Midas al revés, tiene ese efecto. Por cierto, me gustó el artículo de la señora donde alerta sobre los peligros de la intervención del narco en la política, pero se le olvidó mencionar a García Luna Productions y a su pior es nada, el ex presichente Jelipillo. ¡Qué raro!

Como quiera que sea, seguramente Vargas Llosa hubiera preferido que apañara el poder por enésima vez Álvaro Uribe, el Calderón colombiano, que llevó a Colombia al saqueo, la malversación y a la profundización de una oligarquía hambrienta que hace ver a los hacendados porfirianos como comunistas primitivos.

Pero amigos derechairos del mundo, sigan triunfando como siempre con las clases de marketing político de Alazraki, el ChikiliQuadri y mi Claudito XXX.

jairo.calixto@milenio.com

@jairocalixto

otros columnistas