En septiembre próximo, el ex fiscal general del Estado, Jorge Winckler Ortiz, estaba por cumplir tres años de estar prófugo, pese a que muchos sabían dónde andaba y con quién se comunicaba por teléfono. A finales de junio pasado, por ejemplo, circuló en redes sociales que frecuentemente era visto en la plaza comercial Angelópolis, de la ciudad de Puebla. Pero siete meses antes, el 23 de diciembre de 2021, el columnista Francisco Garfias, del diario Excélsior, publicó también que lo había entrevistado tras el encarcelamiento de José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República y brazo derecho del senador Ricardo Monreal, enemigo acérrimo del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
“El ex fiscal también asoció la detención del funcionario del Senado con un golpe ‘muy canijo’ contra Monreal, derivado de sus comentarios sobre los abusos de poder en Veracruz.
“Winckler, quien vivió sus momentos difíciles, predijo que a la fiscal Verónica Hernández le van a cargar el pato. ‘Siempre debe haber un chivo expiatorio’, recalcó”, escribió Garfias a finales del año pasado. Ayer, 11 días después de que el jueves 14 de julio, en sesión pública, el pleno del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Séptimo Circuito, con sede en Boca del Río, resolviera los autos del toca número 175/2020 y des