domingo, noviembre 17, 2024

Echeverría no acabó en el infierno

Uno cree que hay cosas que pueden unir a la mayoría de los mexicanos como una derrota del América, los tacos al pastor y burlarnos de las burradas del ChikiliQuadri, que un día ataca acremente al horario de verano por no servir para nada y otro lo convierte en piedra angular del progreso del mundo mundial, solo para ir en contra de la Cuatroté. También pensé que todos nos uniríamos por la muerte de un verdadero sátrapa y un gran representante de la dictadura perfecta y perpetua que tanto extraña Krauze y su pandilla: Luis Echeverría, ex presichente que operó la Matanza del 2 de octubre, la re re represión del Jueves de Corpus, le dio el Golpe a Excélsior, diseñó de la guerra sucia y fue un demagogo priista de campeonato con guayabera incluida.

Pero no; Porfirio Muñoz se puso Lerdo y le quiso dar estatura moral a un personaje absolutamente siniestro que se fue impune, aunque sí fue chido ver cómo este sujeto ex todopoderoso hacía la fila para la vacunación. Igual que un montón de intelecuáles tratando de rebajarle algo a su memoria oscura y siniestra. Ya de los que armaron su silogismo nada categórico para tratar de comparar a Echeverría con López Obrador, sí de plano se la bañaron. Es como la señora odiontóloga-patóloga Ximénez que alegaba que el doctor López-Gatell era el doctor Mengele.

Algo que solo puede compararse con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, que en un afán por dinamitar su pase a la historia ha hecho de todo: se tomó una foto con Alititititito Moreno (la Güera Rodríguez Alzheimer de la CTM del socialismo que es esa cosa llamada Internacional Socialista), el Señor de los Packs, los Lambos y los Baños, al que solo le falta un grado para ser el Salinas con botox; y ahora sale hasta sonriente (creo que el inge no se reía desde que Calderón le robó las elecciones a López Obrador) con otro ejemplo de morigeración, honestidad y atraco en despoblado, el Latinus Boy, Chiflano Aureoles. Pronto vendrán la selfi con Alazraki, los tiktoks con Calderón, rapear con Monreal y su monrealismo fársico, ir a llorar con el mugre de Almagro o asesorar el shopping político de Claudio XXX González. El inge va a acabar como el nuevo niño Yawi de Dante Delgado.

Equivocadamente, muchos piensan que Echeverría acabó chamuscándose en el infierno, pero fuentes cercanas a Belcebú aseguraron que, como no recibía cascajo, mejor se los regresó a los del PRIANChu para que no extrañaran como antes su ausencia al grito de “¡Arriba y adelante!”.

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