miércoles, diciembre 18, 2024

Estropajeos y profilaxis de ‘Alititititito’

Ese Alititititito Moreno no puede ser más imprudente: no le bastó con tener un pequeño palacete en Campeche que es la Casa del Tío Retechueco, pues sin temor de Dios ni al qué dirán, se atreve a tener un baño más lujoso del que debe tener Claudio XXX González en su pequeño palacete de Las Lomas. Construido con costosos bloques de árido mármol que emulan al art nacó-narcó y el cursi derroche fifirisnais, estos habitáculos para la profilaxis más profunda y a conciencia para dejar toda oquedad rechinando de limpio serían el sueño dorado de los adictos a las aguas termales de Agua Hedionda. Son tales las dimensiones de esa habitación que, más bien, parece un salón de fiestas que un simple recinto para deyecciones, abluciones y estropajeos salvajes. Ya deja tú que esa mansión pueda ofender a los priistas que no han sido todavía beneficiados por la robolución, o a los votantes campechanos que así confirman que el huracán Alito se llevó todo para su rancho, pienso más bien en las envidias que esta vida de pachá le pueden acarrear a Alitititito que, de por sí, tiene entre sus enemigos a Osorio Chong (a quien en sus delirios botoxianos acusa de ser agente de la Cuarta Transformeichon) y Dulce María DinoSauri que declaró que si fuera Alito, ella ya hubiera renunciado para no dañar al PRI. ¿Y qué respondió el señor? Que el verdadero opositor a Morena era su carnal Ricardo Monreal. Hitazo.

Si yo fuera Alito, alegaría en mi descargo que me mandé hacer ese tremendo y costosísimo baño que no tiene ni Obama, con el único fin de lavar mis culpas y mi conciencia. Pero no; como al señor Moreno no se le dan fácilmente las sinapsis prefirió hacerse la “vístima”, enarboló su justa medianía a niveles Chayito Robles y, ya en el derroche de inteligencia emocional, alegó que digan lo que digan los demás y sus propios audios donde queda como un maleante de rancio abolengo, él es un santo, botoxiado, pero santo. Luego dijo que el lugar que catearon las autoridades ni siquiera era de su propiedad, probablemente le pareció muy humilde y discreto para su gusto.

Mejor se hubiera hecho unas cortinas de humo yéndose a tomarle fotos a los comensales del Hunan o a lanzarse a defender la Estatua de Libertad de AMLO que, según los opositores, quiere convertir en un monumento a Hugo Chávez solo por defender a Julian Assange del linchamiento gringo. Se me hace que esa teoría me la inspiraron Lozano y la señora Pagés, sorry-not-sorry.

Jairo Calixto Albarrán

jairo.calixto@milenio.com

@jairocalixto

otros columnistas