Estoy harto de vivir en un país donde el ciudadano importa un soberano rábano.
Hace unos días mi madre tenía que presentarse, después de más de dos años de pandemia, a la supervivencia como pensionada del IMSS. Nada fuera de lo normal y todo perfectamente dispuesto para atender a cientos de viejitos.
En la clínica 11 del IMSS que se encuentra en Lomas del Estadio es grave la falta de estacionamientos disponibles, el día de pase de supervivencia, era aún más grave, eran muchos ancianitos que tenían que presentarse.
Yo lleve a mi madre, no encontramos estacionamiento disponible, tuvimos que ir prácticamente hasta casi la entrada del Estadio Xalapeño, había decenas de vehículos estacionados de lado y lado de la calle. Nos estacionamos y procedimos a caminar hasta la clínica 11.
El pase de supervivencia fue con una atención esmerada a los viejitos, mi madre fue bien atendida, con calidad y calidez humana, como se lo merecen todos nuestros viejitos. Salimos contentos, dispuestos a ir hasta donde dejamos el coche, caminos despacio y llegamos al lugar donde se encontraba nuestro coche estacionado.
En vez de nuestro vehículo, una grúa levantando coches en total y absoluto frenesí. No importaba que se trataba del pase de supervivencia de los ancianitos. Lo importante era el negocio de arrastrar vehículos lo más rápido posible, el negocio de políticos corruptos que obtienen concesiones corruptas para llenarse los bolsillos rápido y sin mayor esfuerzo.
Le pregunté a una oficial de transito por mi vehículo, sin poder atenderme correctamente por tener que arrastrar la mayor cantidad de vehículos, solo me dijo que fuera a las oficinas de Transito del Estado a preguntar. Mi madre le preguntó si se había llevado mi coche, la oficial le respondió groseramente que no la molestara, tenía mucho trabajo que hacer. En eso, el operador de la grúa le grito a mi madre que se quitara, estorbaba.
Le pedí su nombre a la oficial para en Transito del Estado preguntar por mi coche, la oficial no me lo proporcionó, le quise tomar una foto, ella me tomó una foto y sin más me dijo que me atuviera a las consecuencias. Así es amigos, los ciudadanos nos tenemos que atener a las consecuencias de servidores públicos prepotentes y groseros.
No había taxis, tuvimos que caminar mi madre de más de 80 años y yo hasta la zona universitaria para abordar un taxi que nos llevará a Transito del Estado. Una vez allá, todo fue dinero, todo fue prepotencia y todo fue negocio de políticos corruptos.
Para eso estamos los ciudadanos, para hincharles la bolsa a vulgares corruptos sin llenadera. Para ellos las concesiones, las risas y felicidad. Para nosotros nada, solo pagar y pagar y pagar.
En otro país, con autoridades medianamente competentes, no mucho, solo medianamente competentes, al ver que eran ancianos los que estaban pasando supervivencia y todos los estacionamientos de la zona estaban llenos, hubieran realizado un operativo de apoyo a los viejitos. Oficiales dirigiendo el tráfico, informando claramente lo procedente.
Pero aquí nada, lo importante es hincharles las billeteras a políticos corruptos.
Total, el dinero es lo único que les importa.
Todo lo demás les da asquito.
Jorge Flores Martínez
Twitter: @jorgeflores1mx