Estaba como el Santos esperando a que Chertorinski Kinski y su pandilla regresaran con éxito de salvar a Ucrania de las maldades infinitas de Vladimir Putin y su imperio ruso-soviético-comunista-diabólico, cuando me acordé de su triunfo contra el Covid que, como todos sabemos, venció en tres semanas. Lo raro es que no se lo hubiera reconocido ni la OMS, ni la ONU. Como quiera que sea, hay que agradecerles a estos grandes héroes de Extreñimiento Ciudadano que se hubieran lanzado en First Class hasta los Cárpatos para ofrecerles el apoyo patriótico a los ucranianos. Compatriotones que no se suben al metro, ni conocen las colonias populares, ni han visto el Bordo de Xochiaca, se entregaron a este viaje turístico-cómico-fársico-musical en el que, seguramente, a punto estuvieron de tomar Moscú para convertir a Vladimir Putin en una mezcla de Samuel García, Colosio Jr, y de Kike Alfaro, ese admirable estadista de la torta ahogada.
Para estadistas, Ricardo Monreal que, gracias a su cualidades, ha trascendido que su nombre está siendo mencionado para ciertos puestos importantísimos: Director técnico de la selección, pues el Tata Martino ya se quiere ir al Boca Juniors porque aquí le exigen demasiado; o como uno de los posibles candidatos presidenciales, pero no de Morena, partido del que tiende a disentir por principio, sino de una insitución noble y sólida que es regenteada por los Chuchos del Chuchinero, lo que queda del PRD. Gran jugada, pues lo que buscarían al reclutar a don Richard sería, por supuesto, obtener por los menos 18 votos más de los que usualmente tienden a ganar de pura lástima. Con el reclutamiento de este distinguido y fino personaje ganarán carretadas de cariño y respeto, y también mucho pero mucho mucho peloteo con Sandra Cuevas, la muy respetada impulsora del Monrealismo mágico. Incluso me ha llegado información de que a Monreal se lo pelearían también los del PRIcámbrico temprano, para cuando se puedan deshacer de Alititititititeee Moreno que está más perdido que un jabón Zote en su marmoleado baño de veinte retretes.
Algo que solo se puede comparar con el expresichentitito Jelipillo Calderón presumiendo sus 6 millones de seguidores (por esos bots y otras cosas más Elon Musk ya no quiso comprar Twitter) y su Alzheimer selectivo al acomodar la historia a su muy retorcido modo. Ya está al nivel de Fox y de Juanito, que no es lo mismo pero es igual.
La puerta se cerró detrás del PRI…