martes, noviembre 5, 2024

Reacción ciudadana frente a la obra municipal de Xalapa

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Xalapa es una capital de estado urbanísticamente de las más rezagadas en el concierto nacional. Muy a pesar del magnífico entorno natural, y su condición de ser la sede de los órganos del poder político, su infraestructura y equipamiento urbanos están muy lejos de merecer un panegírico de ciudad atractiva, Muchas podrían ser las causas, sin duda el abandono de sus autoridades debe estar entre ellas. Paradójicamente, nos toca atestiguar la inconformidad ciudadana ahora que una autoridad municipal decide hacer frente a la grave problemática urbana de esta ciudad, y ya se hizo costumbre escuchar las quejas por las “molestias” provocadas por las obras que ha emprendido el ayuntamiento presidido por el alcalde Ricardo Ahued: “debieron avisar”, “¿por qué todas al mismo tiempo?” son los lamentos más recurrentes. Esta reacción ciudadana invita a evocar la frase pronunciada por un nada ínclito ex secretario de salud dirigida a los comunicadores: “ningún chile les embona”. Porque, si se hace obra, causa inconformidad como la que aludimos, y en contraste, si no se hace llueven las críticas. A nuestro entender, dichos trabajos se realizan de manera simultánea debido al elevado deterioro que exhiben las calles citadinas, lo cual expresa que las anteriores administraciones no contaron con el recurso económico para llevarlas a cabo, o simplemente pecaron de omisas. Obviamente, la inflación contribuye fundamentalmente, según los términos bien explicados por el alcalde.  En primer término, es preciso adelantar que estos remiendos o parches al pavimento no van a resolver la demanda de nueva infraestructura vial; sin embargo, es honesto reconocer la urgente necesidad de emprenderlas debido al vergonzoso estado en que se encuentran nuestras calles, su multiplicidad delata abandono y llevarlas a cabo representa atender una exigencia ciudadana formulada al alcalde. De no aplicar la estrategia simultánea, esas obras robarían tiempo y atención a la administración municipal, que seguramente querrá emprender obras de mayor calado para Xalapa, una tarea que requiere del respaldo económico proveniente de la administración estatal, sin cuyo concurso ni éste ni cualquier otro ayuntamiento están habilitados para enfrentar el gran reto. Voluntad del ayuntamiento que preside Ricardo Ahued la hay, ni duda cabe, corresponde a los habitantes de esta ciudad solidarizarse con ese esfuerzo aceptando la transitoriedad de las “molestias” ocasionadas por obras cuyo propósito es otorgar confort a quienes habitamos esta gran ciudad.

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