Agencias/Sociedad 3.0
A partir de este lunes, comenzó el aumento en el precio de la tortilla en algunas regiones del país y se prevé que continúe durante la primera quincena de agosto, con costos que alcanzan hasta 30 pesos el kilo, aunque en lo que va del año ha tenido varios incrementos, lo que ha llevado a la gente a buscar alternativas.
De acuerdo el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados, ayer, el precio promedio a nivel nacional del kilo de tortilla fue de 20.84 pesos, con el valor más alto en Hermosillo, con 27.33, y el más bajo en Tlaxcala, con 16.
En algunos estados, los habitantes optan por la tortilla “fría”, producto que quedó del día o días anteriores, en centros comerciales, donde es más barata. Incluso, en comunidades de Chiapas, Oaxaca y Guerrero compran las hechas a mano, que se venden por pieza o docena.
Sin embargo, la competencia desleal se ha reflejado en la venta de tortillas pirata, como la llaman en Durango, Coahuila y Sinaloa, debido a que para su elaboración destinan más olotes que maíz.
Antonio de la Torre, presidente de la Unión Nacional de la Masa y la Tortilla, indicó que los insumos para la tortilla nixtamalizada suben cada día, y es imposible mantener el precio.
Reconoció que en algunos estados el kilo supera los 30 pesos y que este costo se complica con la competencia desleal, luego de que algunos tortilleros no organizados o clandestinos ofrecen el kilo hasta en 13 pesos.
Alertó que la composición de este producto es de olote –parte interna de la mazorca, ya sin granos–, con algunos otros componentes que les permiten vender a este precio el producto, pero no es una tortilla de maíz.
Este tipo de alimento no se comercializa en tortillerías formales, sino que son entregadas a establecimientos, como taquerías, desayunadores y fondas que hacen pasar estas tortillas como buenas. También se pueden hallar en redes sociales.