miércoles, diciembre 18, 2024

Cheko Gutiérrez: Operación «Alito»

Al que dicen que sin hacer mucha alharaca le está yendo de maravilla en la alta operación política es a Sergio Gutiérrez Luna, quien sin presidir ya la Cámara de Diputados ha ganado puntos extraordinarios con el presidente Andrés Manuel López Obrador y con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien suele llamar “mi hermano Sergio” al abogado nativo de Minatitlán.

Y es que ha trascendido que un pilar fundamental en la llamada “Operación Alito” fue precisamente el diputado federal morenista y aspirante a la gubernatura de Veracruz.

Según se comenta en la burbuja de la diputación de Morena, el viernes 2 de septiembre, en una oficina del Palacio Legislativo de San Lázaro, hubo una maratónica negociación entre Sergio Gutiérrez, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, y el coordinador de la bancada priista, Rubén Moreira, quien le tocó presidir la Junta de Coordinación Política en el primer año de la LXV Legislatura cuando a su vez Gutiérrez Luna estuvo en la presidencia de la mesa directiva de la Cámara baja del Congreso de la Unión.

Quienes dan pelos y señales de este conciliábulo aseguran que no hubo nadie más.

Las llamadas telefónicas con la Secretaría de Gobernación, según comentan, no cesaban.

Al final, el tejido fino y la capacidad de negociación de Cheko Gutiérrez permitieron que el polémico ex gobernador de Campeche cambiara por completo su actitud y accediera a apoyar la iniciativa del Presidente de permitir que la Fuerzas Armadas sigan colaborando en labores de seguridad pública hasta el año 2028.

Casualmente, horas después de esa reunión, la diputada federal del PRI, Yolanda de la Torre, incondicional de Alito, presentó una iniciativa que modifica el artículo quinto transitorio de la Constitución para aumentar de cinco a nueve años el periodo en el que el Presidente podrá disponer de las Fuerzas Armadas de manera extraordinaria, en tanto la Guardia Nacional desarrolla su estructura y capacidades, ya que el decreto mediante el cual se creó en 2019 esta corporación civil fijaba como plazo hasta 2024 para que la milicia retornara a sus cuarteles.

El diputado Sergio Gutiérrez cumplió cabalmente con esta encomienda del presidente López Obrador. Sin embargo, la cosa no paró ahí, sino que el pacto con “Alito” Moreno tuvo un efecto carambola, ya que simultáneamente terminó por dinamitar también los cimientos de la alianza opositora “Va por México” que mantenía el dirigente nacional del PRI con PAN y PRD, lo que aparentemente ha desinflado al bloque opositor que se aprestaba a disputar a Morena las gubernaturas que estarán en juego en 2023 en el codiciado Estado de México y en Coahuila, ambos bastiones priistas, en los que tienen fuerte interés Alito Moreno y Rubén Moreira, ex gobernador de la segunda entidad.

Este jueves 15, en Durango, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, ni siquiera el saludo le dio a Moreno Cárdenas al coincidir los dos en la ceremonia de toma de posesión del gobernador aliancista Esteban Villegas Villarreal, quien en 2016 ya había contendido por esa gubernatura como candidato del tricolor, del que fue dirigente estatal. Y para que no quedara duda de la ruptura con su homólogo priista, el líder del partido blanquiazul anunció: “No habrá ya relación porque ya se perdió la confianza con la dirigencia nacional del PRI, porque se deshonró la palabra y se incumplieron acuerdos”.


Muy probablemente esta ruptura del Revolucionario Institucional con sus otrora aliados se traslade a la sucesión presidencial de 2024 que coincidirá con la estatal de Veracruz.

Sergio Gutiérrez Luna ha demostrado una vez más que está listo para lo que le encomienden el presidente López Obrador y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, a quien abiertamente apoya para la Presidencia de la República.

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